La función de descomponer los alimentos en nutrientes para que estos sean absorbidos por el organismo, y empleados para el correcto funcionamiento de este, es lo que se conoce como el proceso de digestión. La salud física y mental de una persona se ve condicionada en buena medida según qué tan buena sea, por lo que una de las prioridades será mejorar la digestión. Algo que pasa por mantener hábitos saludables enfocados a favorecer el funcionamiento del sistema digestivo, por ejemplo, el ejercicio o beber la suficiente agua. Aunque la clave principal tiene que ver con practicar una dieta equilibrada, en la que se consuman alimentos ricos en fibra y que ayuden a estimular el tránsito intestinal, además de otros pensados para beneficiar la microbiota intestinal.
No hay que olvidar evitar algunos de esas malas costumbres que entorpecen una buena digestión, uno de los más habituales se relaciona con comer en exceso aunque también puede suceder lo contrario, una tendencia perjudicial a saltarse las comidas. Igualmente se aconseja evitar los alimentos ultraprocesados. Pero, ¿existe alguna comida en particular que sea especialmente positiva para lograr una buena digestión? La nutricionista Estíbaliz García tiene la respuesta: los pepinillos. La especialista explica que consumir uno de estos antes de las comidas puede “transformar” el proceso digestivo, muy similar al truco de agua con vinagre. El motivo es que los encurtidos, como los pepinillos, mejoran la microbiota intestinal y estimulan la producción de ácido clorhídrico en el estómago, un agente clave para descomponer los alimentos y evitar el reflujo y la hinchazón.
¿Por qué es tan importante una buena digestión para la salud?
Una buena digestión es fundamental para asegurarse de que el cuerpo recibe los nutrientes necesarios, lo que le permitirá mantenerse con energía y también desempeñar sus funciones vitales adecuadamente. Si la digestión es mala, esto se traducirá en una deficiencia nutricional y en un desequilibrio en las bacterias intestinales. ¿La consecuencia? El debilitamiento de las defensas naturales del cuerpo. Los estudios demuestran que una buena digestión está fuertemente ligada a la fortaleza del sistema inmunológico.
Otro factor clave de la digestión tiene que ver con el bienestar mental y emocional, tal y como señalan investigaciones al respecto. La salud digestiva influye en el cerebro y, cuando esta es equilibrada, ayuda a regular los niveles de estrés y a mejorar el estado de ánimo. También tiene una relación directa con los neurotransmisores, entre los que se encuentra la serotonina, conocida como la ‘hormona de la felicidad’. De manera que, si se quiere disfrutar de un bienestar general, las prácticas saludables en términos de alimentación y las costumbres orientadas a tener una buena digestión serán fundamentales.