Dicen que los mitos son difíciles de derribar, pero lo cierto es que algunos se desmontan con una buena dosis de lógica y datos claros. Eso es exactamente lo que hizo la dermatóloga Ana Molina en el pódcast Animales Humanos cuando se enfrentó a una de las creencias más extendidas sobre el pelo y que preocupa, sobre todo, a las mujeres: ¿realmente crece más fuerte y oscuro si te lo afeitas?
La respuesta es un rotundo no, aunque la explicación detrás de esto es más curiosa de lo que parece. “El pelo normalmente tiene forma de cono, es más ancho en la base y se estrecha hacia la punta. Entonces, cuando tú afeitas el pelo, lo que haces es que de repente empiezas a ver todos tus pelos por la base, lo ves más ancho”, explicó Molina. Este “efecto óptico” es lo que ha alimentado la idea errónea de que afeitarse provoca que el pelo crezca más grueso o más rápido. Pero la ciencia tiene otra historia que contar.
Leyenda urbana
Utilizar cuchillas no estimula el crecimiento
La clave está en entender cómo crece el pelo. Además, el nuevo crecimiento todavía no ha sido expuesto a factores como el sol o productos químicos, por lo que parece más oscuro y saludable. Pero esto no significa que se esté generando más cantidad o que el pelo esté cambiando su estructura.
De hecho, Molina ironizó sobre el tema al poner sobre la mesa una evidencia científica: “Ojalá, pues entonces, lo afeitaríamos a todos los calvos como tratamiento. Vente a que te afeitemos una vez cada dos semanas y tendrás el pelo mucho más fuerte y te crecerá más rápido”. Eso, claramente, no ocurre.
Y no, afeitarse no convierte el bigote adolescente en una barba densa de la noche a la mañana. Simplemente, coincide con los cambios hormonales de la adolescencia, que hacen que el vello facial aumente de forma natural. “Cuando teníamos catorce años, pues te afectabas el bigotillo que tenías menos y cada vez te iba saliendo más, claro. No, pero no te salía más, es casualidad, pero no causalidad”, aclaró.
Así que, la próxima vez que escuches que afeitarse estimula el crecimiento del pelo, recuerda que es solo un efecto visual. Nada cambia realmente bajo la superficie, salvo nuestra percepción. Y eso, como bien demuestra Ana Molina, es algo que vale la pena entender para dejar atrás los mitos de una vez por todas.