Si una escapada a Castilla-La Mancha es siempre un plan inmejorable, la llegada del frío la convierte, más que nunca, en un placer para los sentidos. Sus bosques teñidos de una paleta de tonos ocres y marrones, el aire revigorizante que atraviesa sus vastas llanuras y su irresistible gastronomía de temporada invitan a disfrutarla al máximo. La histórica región, que sorprenderá al viajero por la pervivencia de las tradiciones y la autenticidad de sus gentes, ofrece numerosas actividades para gozar de esta temporada. En la provincia de Cuenca, el Parque Natural de la Serranía de Cuenca se presenta como el destino ideal para la observación de aves y el turismo fotográfico, gracias a su riqueza en flora y fauna.
Los amantes del turismo activo tampoco se resistirán al Parque Natural del Alto Tajo (Guadalajara), donde practicar senderismo y escalada, mientras que en Toledo podrán disfrutar del Parque Nacional de Cabañeros, conocido como el Serengueti español, hogar de gran variedad de fauna, incluyendo ciervos, jabalíes y águilas imperiales. Habrá que escoger muy bien en cuanto a los pueblos que se desee visitar, porque la oferta es inabarcable.
La histórica región, sorprenderá al viajero por la pervivencia de las tradiciones y la autenticidad de sus gentes
Entre los imprescindibles están Almagro, en la provincia de Ciudad Real, que con su famosa plaza Mayor porticada y su Corral de Comedias, ofrece un viaje en el tiempo; y Sigüenza, en Guadalajara, que asombra con su catedral, castillo y casas nobles. Los meses más fríos son también la época perfecta para disfrutar del amplio recetario de la gastronomía castellanomanchega, en la que abundan los platos tradicionales para entrar en calor. No hay que dejar de probar el ciervo estofado, la olla podrida, los duelos y quebrantos o las migas; para disfrutar del vino de la región, nada mejor que embarcarse en alguna de las seis atractivas Rutas del Vino de Castilla-La Mancha, que recorren viñedos y apetecibles bodegas. A la hora de escoger alojamiento, se puede elegir entre la creciente oferta de casas rurales y pequeños hoteles, en todos que el viajero conocerá de primera mano la célebre hospitalidad regional.