Las razones del yoga

El trabajo de evolución personal que ofrece el yoga es de armonización de los diferentes cuerpos de que disponemos. Sí, en el yoga no se considera que la persona sea dueña de un solo cuerpo, sino que al menos es responsable de dos, el físico y el energético. Para poder realizar un buen trabajo necesitamos un cuerpo físico fuerte y sano, lo que significa "una musculatura tonificada y flexible, un buen funcionamiento de los sistemas circulatorio, respiratorio, digestivo y un sistema nervioso bien comunicado. Porque si nuestra estructura física está débil, el cuerpo sólo es un impedimento", explica el profesor de yoga Jordi Canela, creador del centro Yoga One. A ello, Lauren Imparato, una exbróker que cambió su trabajo en Morgan Stanley por la "adicción del yoga", añade que sin un cuerpo trabajado y sano "difícilmente podemos llegar hasta el final, la razón única del yoga, que es la meditación, la unión íntima con el yo interior".

Teniendo en cuenta todo esto, ¿cuáles son los motivos que pueden empujarnos a practicar yoga? Tal como explican en sus cuentas en las redes sociales desde Gwyneth Paltrow (que practica seis días a la semana) hasta Jennifer Aniston ("el yoga cambió mi vida", dice) o Anna dello Russo ("necesito mi momento de meditación"), en primer lugar es algo increíblemente adictivo, puesto que ayuda a mantener una columna vertebral flexible y la salud de todos los órganos. Favorece el desbloqueo energético. Potencia el equilibrio mental y físico. Ayuda a oxigenar la sangre y estimula la circulación e incrementa el retorno venoso. Y proporciona las herramientas para la interiorización y, por lo tanto, es eficaz para combatir el estrés.

Eso explica cuáles son las posturas madre en una práctica (atención, aquí se habla de práctica, no clase y ¡se va siempre descalzo!) de yoga. La primera parte se dedica a la interiorización para tomar conciencia del trabajo que se va a realizar: es esa imagen típica del practicante sentado en postura de loto, aunque no hace falta ir tan lejos: con las piernas cruzadas y la espalda bien recta basta. Luego llega la serie de los saludos al sol con que se comienza a movilizar "todo el cuerpo de forma progresiva, lógica y respetuosa con uno mismo: el yoga persigue la no violencia, ni siquiera con uno mismo", advierte Canela. Llegan la serie de posturas de pie seguidas de los equilibrios y a continuación se incluye el trabajo de centro (abdominales) para entrar en las posturas sentadas que incluyen flexiones hacia delante y extensiones atrás y torsiones. Para acabar, las posturas ­invertidas (ayudan especialmente a oxigenar la sangre y favorecen el retorno venoso) y la relajación final para concluir la práctica.

Posturas

Padmansana
La postura (asana) más beneficiosa para concentrarse y meditar. Cura la rigidez de rodillas y tobillos, tonifica la zona lumbar, la columna vertebral, el abdomen y los órganos abdominales al facilitar la circulación sanguínea. El cuerpo descansa sin hundirse, las piernas cruzadas y la espalda alineada mantienen la mente alerta y atenta.

Paschimotanasana
Estiramiento hacia delante de la espalda. Prepara el cuerpo para posturas más avanzadas, tonifica los órganos abdominales, los riñones, rejuvenece la columna vertebral, favorece la digestión. Ofrece un beneficioso masaje reparador al corazón, columna, abdomen y descansa la mente. Al estirar la pelvis, también supone un gran aporte de sangre oxigenada.

Bhujangansana o cobra
Inhalando, se presiona el suelo con la palmas y se eleva el tronco manteniendo el pubis en contacto con el suelo
Beneficios: abre el tórax, aumenta la flexibilidad y tonifica la columna vertebral. Alivia los dolores de espalda y en los casos de hernia discal leve ayuda a retornar el disco a su posición. Saludable para los riñones y los órganos internos y buena herramienta contra el insomnio.

Shirhasana
Inversión sobre la cabeza. Aporta serenidad, confianza, equilibrio físico y mental. Hace circular sangre nueva y oxigenada y rejuvenece las células cerebrales. Estimula las habilidades mentales y favorece el corazón. Ideal contra el insomnio, estreñimiento, resfriados y halitosis, por hacer los pulmones más resistentes. Proporciona un aumento de hemoglobina en la sangre

Sarvangasana
Inversión sobre los hombros. Si la anterior se considera la postura reina de las asanas, esta es la postura madre. Mantiene el cuerpo joven, favorece el retorno venoso, el sistema endocrino y se considera una panacea eficaz contra el asma, la bronquitis, los resfriados, el estreñimiento, los desarreglos en la menstruación... Calma los nervios, el insomnio y los dolores de cabeza, así como los problemas digestivos e intestinales.

Ardha Matsyendrasana
Torsión. Hace un masaje a los órganos abdominales, hígado, bazo y todos los órganos internos. Evita la dilatación de la próstata y vejiga y beneficia la columna intensamente al rotar todas y cada una de las vértebras. Ayuda también a aliviar los dolores de espalda, cadera y hombros y es una buena práctica para fortalecer los músculos del cuello. Además, disminuye el tamaño del abdomen.

Beneficios físicos

Sistema muscular                                                                                    Tonifica, estira y refuerza los músculos

Articulaciones                                                                            Favorece la movilidad articular

Columna vertebral                                                                         Aumenta su flexibilidad y movilidad con las posturas de flexión y extensión, así como la de torsión, que inciden en los músculos paravertebrales

Sistema respiratorio                                                                     Amplía su capacidad y mejora la oxigenación de las células

Sistema digestivo                                                                         Regula la producción de jugos gástricos y produce un efecto de masaje sobre los principales órganos de este sistema

Sistema endocrino                                                                      Regula la secreción hormonal de las glándulas

Sistema nervioso                                                                       Equilibra el sistema simpático y parasimpático

Emocionales
Alivia las tensiones emocionales "En muchas ocasiones, las tensiones físicas son el reflejo de tensiones emocionales", reflexiona la yogui Lauren Imparato

Aceptación de las limitaciones                                                           "La práctica del yoga ofrece la oportunidad de aceptar nuestros límites, nunca hay que forzar el cuerpo, y eso sirve como enseñanza para el día a día", dice Jordi Canela

Actitud serena y consciente                                                         Mejora la capacidad de concentración y atención. Ayuda a afrontar las situaciones de estrés