Benalúa, el barrio histórico que modernizó Alicante, clama contra el olvido municipal

Vecinos

Creado a finales del siglo XIX con los criterios racionalistas de la época, absorbido a finales del XX por al crecimiento urbano, sus vecinos esperan desde hace años la realización de proyectos como el Centro Social

Imagen de una las ochenta concentraciones que los vecinos de Benalúa han realizado para exigir el prometido Centro Social de este barrio alicantino.

Imagen de una las ochenta concentraciones que los vecinos de Benalúa han realizado para exigir el prometido Centro Social de este barrio alicantino.

Cedida

“Este barrio es víctima de su propio origen”, razona Ernest Gil, presidente de la asociación de vecinos 'El templete' de Benalúa. Nos encontramos en la arbolada plaza surgida tras el derribo hace 25 años del grupo escolar donde se formaron varias generaciones de niños y niñas de este histórico barrio de la Alicante. Antes, entre 1893 y 1897, cuando fue destruido por un incendio, aquí se alzaba el teatro Polo, mayor que el Principal, una de las iniciativas surgidas de la planificación racionalista aplicada desde 1884 a un proyecto que edificó 208 viviendas en la entonces llamada partida de Los Antigones. Fue un encargo realizado por el arquitecto e higienista José Guardiola Picó para la Sociedad “Los Diez Amigos”.

Eran los tiempos del modernismo que tenía su reflejo en los ensanches de las grandes ciudades españolas y, a una escala más modesta que en Madrid o Barcelona, llegaba la hora de que Alicante creciera. Ciudad de belicosa historia, el mimso año de la llegada del ferrocarril, 1858,  había obtenido una Real Orden para dejar de ser considerada plaza de guerra, lo que permitió demoler las murallas que limitaban su crecimiento. 

“Este barrio es víctima de su propio origen”, razona Ernest Gil, presidente de la asociación de vecinos 'El templete'

Benalúa estaba entonces, y lo estuvo hasta casi un siglo después, bastante alejado del centro urbano -“vamos a Alicante”, recuerda Gil que se decía- y edificado desde cero, con los avanzados conceptos urbanísticos de la época, a base de manzanas cerradas y rectangulares, de las cuales una central -hoy la plaza de Navarro Rodrigo- actúa de espacio ajardinado y abierto al público. El barrio nació bien dotado de servicios, conectado con el centro de la ciudad mediante una línea de tranvía, con iglesia, escuela, el teatro...

Para el presidente de la asociación vecinal, aquel origen bien planificado extendió la idea de que Benalúa “no necesitaba nada porque lo tenía todo”. Pero el tiempo pasa, y los vecinos sienten que, por lo que respecta a los servicios públicos, los sucesivos gobiernos municipales han descansado sobre esa idea y, en algunos aspectos, el barrio permanece anclado en el siglo XX.

Vista aérea de las harineras.

Vista aérea de las viejas harineras, que permanecen a la espera de que el Ayuntamiento decida su uso.

Ayto. Alicante

Y no será por proyectos. Porque las dotaciones que Benalúa reclama llevan décadas sobre el papel, pero verlas plasmadas en la realidad cuesta siempre un mundo. Este sábado 8 de marzo tuvo lugar la 80ª concentración vecinal convocada para exigir un centro social que llevan 25 años pidiendo, está aprobado en pleno municipal, pero los presupuestos de 2025 que PP y VOX han pactado han vuelto a olvidar.

“El 23 de febrero de 2023 intervinimos en el Pleno y en la votación hubo unanimidad a la hora de apoyar 'la procedencia de iniciar los trámites para la creación y puesta en marcha de un centro social en el barrio de Benalúa', explica Gil. Pero nada. En abril de 2024 pidieron amparo al Síndic de Greuges, que en septiembre del mismo año dictó una resolución en la que recomendaba al Ayuntamiento ”que ofrezca una respuesta expresa y motivada respecto de las posibilidades reales y efectivas de dotar al barrio de Benalúa de un Centro Social con indicación del plazo temporal previsible para hacerlo”.

El edificio intergeneracional que este año se anunció, se iba a iniciar en 2007

También señalaba el Síndic que “la Conselleria de Servicios Sociales no ha precisado las medidas que se van adoptar ni el tiempo que se prevé para atender las necesidades sociales del barrio de Benalúa en los términos fijados por las legislación vigente y en cumplimiento de los principios de universalización, perspectiva comunitaria, descentralización, desconcentración, enfoque municipalista y de proximidad y equidad territorial”. ¿Resultado? Nada. “Seguimos pidiendo entrevistarnos con el alcalde, la última vez el 18 de enero, pero no hay respuesta”. 

No obstante, el Ayuntamiento proyecta en Benalúa un edificio intergeneracional con 80 apartamentos para mayores de 65 y menores de 35, inspirado en el que inauguró en 2008 en la Plaza de América, le recordamos a Gil. Quien nos replica -y es cierto- que Ayuntamiento y Generalitat anunciaron el inicio de ese proyecto para 2007, “y acaban de aprobar el trámite para cambiar el uso del suelo”. Temen que la cosa vaya para largo.

Comer marisco fresco en el mercado municipal del barrio alicantino de Benalúa está de moda; sin reserva es casi imposible.

Comer marisco fresco en el mercado municipal del barrio alicantino de Benalúa está de moda; sin reserva es casi imposible.

EB

Tienen experiencia. En la plaza donde nos encontramos, tras el derribo del antiguo grupo escolar, los escolares del barrio pasaron diez años en barracones hasta que el nuevo colegio se abrió en el límite sur, en la avenida de Elche. Justo al lado de las nuevas aulas, los dos edificios protegidos de las harineras Bufort y Cloquell, que el Ayuntamiento adquirió a sus propietarios tras décadas de complejas gestiones, aún esperan la decisión sobre su uso, que nadie se molestó en prever pese al largo tiempo transcurrido: se habló de crear 'la Ciudad de la Música', con esa grandilocuencia que luce en los programas electorales, de negociar la ubicación de un hotel... nada concreto, todo por hacer.

Por no hablar del viejo asilo, cuya historia daría para un artículo completo, que el Obispado mantiene cerrado desde hace años tras haberlo adquirido con no poco respaldo público, pues Ayuntamiento y Diputación ayudaron a costear la operación. Situado junto a los juzgados -frente a la futura Ciudad de la Justicia-, el valioso edificio que también procede de la llamada Edad de Plata de Alicante, pues su construcción data de 1885, espera comprador. Desde la administración, ni quienes abogan por su adquisición para darle utilidad pública ni quienes prefieren ceder paso a la iniciativa privada logran una solución.

Los jueves y sábados el barrio bulle de actividad gracias al mercado callejero

Mientras tanto, los jueves y sábados el barrio bulle de actividad gracias al mercadillo callejero instalado en las proximidades de un mercado municipal donde la oferta hostelera gana terreno a los puestos de venta, un síntoma de gentrificación urbana que se percibe también en la reciente proliferación de alojamientos vacacionales. Porque la inversión privada sí aprecia las posibilidades de este envejecido barrio de 15.000 habitantes que, pese a situarse fuera de los límites del circuito turístico de Alicante, linda sin embargo con él; basta con cruzar una calle para llegar a la estación de tren donde desembarcan ríos de viajeros llegados de Madrid en el AVE y sus competidores lowcost, y al otro lado se halla la avenida de Maisonnave, la principal y más transitada arteria comercial de la ciudad.

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