La Exposición del Ninot de València, inaugurada este viernes en el Museo de las Ciencias, se convierte en un emotivo tributo a las víctimas de la dana que devastó la provincia en octubre. Con escenas que reflejan el barro, la destrucción y la solidaridad de los voluntarios, los artistas falleros plasman el dolor y la crítica social, mientras la sátira no olvida a figuras como Pedro Sánchez, Felipe VI, Vinicius Jr. o Elon Musk. El público, con sus votaciones hasta el 15 de marzo, decidirá qué ninots se salvarán del fuego en la noche de San José.
El público, con sus votaciones hasta el 15 de marzo, decidirá qué ninots se salvarán del fuego en la noche de San José
La Exposición del Ninot de València se ha convertido este año en un emotivo homenaje a las víctimas y damnificados de la devastadora dana que azotó la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. Con más de 700 piezas, entre ninots grandes e infantiles, la muestra no solo mantiene su tradicional sátira y crítica social, sino que también refleja el dolor y la resiliencia de los artistas falleros ante la tragedia que dejó a su paso muerte, destrucción y un profundo sentimiento de desolación.
La dana, con su estela de barro y desesperación, se ha erigido en uno de los protagonistas indiscutibles de esta edición. Las escenas que evocan las inundaciones son desgarradoramente realistas: calles anegadas, utensilios como escobas, cepillos y cubos convertidos en símbolos de la lucha por la supervivencia, y personajes que representan a voluntarios y vecinos trabajando incansablemente para rescatar lo poco que quedaba. En una de las composiciones más impactantes, un bombero aparece limpiando el lodo, mientras una bota se transforma en un jarrón con flores, un gesto poético que contrasta con la crudeza de la realidad. Los trajes tradicionales de falleros y falleras, embarrados y desgastados, junto a una bandera de la Comunidad Valenciana, completan un cuadro que resume el lema “El pueblo salva al pueblo”.
La dana, con su estela de barro y desesperación, se ha erigido en uno de los protagonistas indiscutibles de esta edición.
El dolor de los artistas falleros se plasma también en la crítica a la lentitud de las ayudas, representada con figuras de políticos convertidos en “pinochos”, cuyas promesas parecen tan vacías como sus palabras. La lucha política entre el Gobierno central y la Generalitat Valenciana no pasa desapercibida: en una escena, el presidente autonómico, Carlos Mazón, se hunde en el barro mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le exige que “pida ayuda” para recibirla. Una metáfora visual que resume la frustración de muchos valencianos ante la burocracia y la falta de acción inmediata.
Pero la exposición no se limita a la tragedia de la dana. Como es habitual, la sátira fallera abarca un amplio espectro de temas, desde la geopolítica hasta el mundo del espectáculo. El rey emérito Juan Carlos I aparece disfrazado de manera provocativa, mientras que su hijo, Felipe VI, está encerrado en una caja de muñecas. En el ámbito internacional, Vladimir Putin carga sobre sus hombros a Kim Jong-un, blandiendo una guadaña con la palabra “Ucrania”, y Benjamin Netanyahu, vestido de militar, se alza sobre unas casas destruidas mientras una niña con la bandera de Palestina lanza un desesperado SOS.
La sátira fallera abarca un amplio espectro de temas, desde la geopolítica hasta el mundo del espectáculo
El mundo del famoseo también recibe su dosis de crítica. Belén Esteban es representada como una menina de Velázquez, y el streamer Ibai Llanos no escapa al ingenio fallero. Incluso Elon Musk aparece como un semidiós levitando sobre una alfombra, en una clara alusión a su influencia global. En el ámbito deportivo, el jugador del Real Madrid Vinicius Jr. sostiene un polémico galardón llamado “cagalló d'or”, mientras Peter Lim, dueño del Valencia CF, es retratado como un demonio sobre el escudo del club, en una crítica mordaz a su gestión.
La exposición, que abrirá sus puertas al público este sábado, invita a los visitantes a votar por sus ninots favoritos hasta el 15 de marzo. Dos de ellos, uno grande y otro infantil, serán indultados y se salvarán de la 'Cremà' en la noche de San José. Este año, más que nunca, la muestra no solo es un reflejo del ingenio y la creatividad fallera, sino también un tributo a la fortaleza de un pueblo que, frente a la adversidad, sigue levantándose con esperanza y humor.