El pasado 30 de octubre, solo un día después de la dana, el BBVA tenía previsto presentar sus previsiones económicas para la Comunidad Valenciana. Aquella cita lógicamente se tuvo que anular, inmersos en la crisis por la dana, y la entidad ha revisitado las cifras teniendo en cuenta el daño sufrido.
“Teníamos una previsión de crecimiento bastante elevada, por encima del 2%, pero en esto llega la dana y lo que vemos es que las primeras semanas de noviembre hay muchos indicadores que se desploman“, recuerda Rafael Doménech, responsable de análisis económico BBVA Research y quien ayer presentó las nuevas previsiones que, con todo, son optimistas.
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José Manuel Mieres, director territorial, y Rafael Doménech, responsable análisis económico BBVA Research
Pues todo, o casi todo, depende de las ayudas públicas que se establezcan. ”Si son eficaces en tiempo, cuantía, finalidad y eficacia, el crecimiento de 2025 debería ser en la Comunidad Valenciana hasta cuatro décimas superior al de España, pero es necesario que las ayudas públicas sean de una cuantía elevada, eficaces en tiempo y efectivas” repetía Doménech. El analista ha insistido en que “debe haber una correspondencia entre los fondos y el stock de capital dañado por la dana”.
La presentación de previsiones económicas del BBVA debía haberse celebrado el pasado 30 de octubre
El BBVA estima que el PIB valenciano podría aumentar un 2,7% en 2025 y 2026, por encima de la media española (2,3% y 1,3% respectivamente) y valora que en esa recuperación tendrá un papel determinante la propia reconstrucción, ya que como explicó Doménech, “si la actividad vuelve a su senda de actividad previa, e incluso va más allá como consecuencia de la reconstrucción, se produce un efecto automático de crecimiento por encima”.
Es el llamado “efecto tracción” de la reconstrucción de las zonas dañadas, que tiene efectos adicionales de actividad, pero, insiste el responsable de análisis económico de la entidad, “para que esto funcione hace falta que las ayudas lleguen y que no se hagan cuellos de botella”. Estos podrían darse por la falta de mano de obra, por ejemplo.
El BBVA pone en valor el “efecto tracción” de la reconstrucción para garantizar el crecimiento de la economía
Y si el anterior es el escenario prudente y cauto, habría otro menos halagüeño en el que la ejecución es “menos eficiente de lo previsto”, con menos gasto e inversiones y un efecto multiplicador menos generoso. En ese caso, la Comunidad Valenciana podría tardar más de un año en recuperar el nivel de actividad previsto anteriormente a la dana. Es decir, dejar en un cajón aquellas cifras que el BBVA preparaba el día 29, cuando todo se inundaba, para presentar el día siguiente.
Asimismo, otros factores que podrían ralentizar el ritmo de recuperación son el “progresivo” agotamiento de la capacidad del turismo, un posible aumento de aranceles en las exportaciones a EEUU, la escasez de vivienda a precio asequible, la ralentización de la inmigración o la incertidumbre en la política económica.
El retorno del Sabadell y la propuesta de Mazón
Sobre la actual situación económica en la Comunidad Valenciana, el director territorial de la entidad, José Manuel Mieres, aseguró que la tasa de morosidad no está creciendo, aunque sí que detectan “un repunte de préstamos personales para la compra vehículo”.
El martes, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, solicitaba a dicha entidad un plan especial de inversiones para las personas, empresas y municipios afectados por las riadas que impulsen la reconstrucción económica y social de nuestro territorio. Al respecto, Mieres aseguró que “desde el primer día estamos volcados en ayudar a las empresas, clientes y no clientes, y no solo a los afectados” y resaltó que han sido los primeros en desarrollar las líneas ICO DANA.
“Estamos siempre de lado de la sociedad valenciana y estamos siendo muy activos. Tenemos todo el apetito del mundo en ayudarles y financiarles sus ganas de recuperación”. Sobre el retorno del Sabadell a Catalunya, en plena opa del BBVA, Mieres apuntó que para el BBVA “no cambia nada; seguimos pensando que es una buena operación”.