El pulso por la representación empresarial en Alicante renace en el momento más inoportuno

Análisis

En pleno proceso de reconstrucción tras la dana y con unos presupuestos del Estado y autonómicos vitales para la provincia en el aire, CEV y Cámara de Comercio hacen visibles sus discrepancias

Salvador Navarro y Carlos Baño siguen la rueda de prensa en la que la CEV e Ineca han denunciado la escasa inversión del Estado en Alicante. La convocatoria de dos manifestaciones de protesta distintas ha sido motivo de discrepancia en los últimos días.

Salvador Navarro y Carlos Baño siguen una rueda de prensa en la sede alicantina de la CEV en noviembre de 2022.

EB

Dos de noviembre de 2022. Salvador Navarro, presidente de la Confederación Valenciana de Empresarios (CEV) y Carlos Baño, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, se sientan juntos en la primera fila de una rueda de prensa. Se han saludado con cordialidad, pero apenas hablan. Por invitación de la CEV, los expertos del Instituto de Estudios Económicos de Alicante presentan un estudio que denuncia 15 años de discriminación de la provincia de Alicante en los Presupuestos Generales del Estado, un asunto en el que las instituciones mencionadas y quienes las dirigen están de acuerdo. Sin embargo, se perciben malas vibraciones, una evidente tensión entre Navarro y Baño. 

El motivo no es otro que la convocatoria de una manifestación reivindicativa para el día siguiente por parte de la Cámara, a la que CEV se ha sumado a regañadientes porque entiende que restará eco y afluencia a la concentración que el 18 celebrará la Plataforma per un Finançament Just, de la que forman parte, además de la CEV, los sindicatos y todos los partidos valencianos con representación parlamentaria, salvo Vox.

La idea de que la provincia de Alicante no cuenta con una voz suficientemente autónoma no ha desaparecido del todo

No son los empresarios por lo general partidarios de hacer públicas sus desavenencias, y tras aquel episodio se formuló una suerte de propósito de enmienda destinado a solventar las discrepancias en el discreto ámbito de los despachos y no perjudicar la necesaria unidad de acción ante cámaras y micrófonos.

Pero una entrevista el pasado mes diciembre en la que Baño -a juicio de la CEV- cuestionaba que los intereses de Alicante se defiendan de manera suficiente desde la patronal autonómica, sentó lo suficientemente mal en la cúpula empresarial valenciana como para que -rompiendo su habitual diplomacia- sus representantes no acudieran a la gala de la Noche de la Economía Alicantina, reconvertida en acto  solidario hacia las víctimas de la dana.

De izquierda a derecha, César Quintanilla (Uepal), Luis Rodríguez, presidente d ela Autoridad Portuaria de Alicante, Luis Barcala, Manuel Desantes y Pablo Ruz.

De izquierda a derecha, César Quintanilla (Uepal), Luis Rodríguez, presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Luis Barcala, Manuel Desantes y Pablo Ruz

Ayto. Alicante

Lo cierto es que tanto la entrevista de Baño como la invitación declinada por Navarro interesan poco o nada al ciudadano común, pero son síntoma de que, pese a los esfuerzos realizados por la CEV por vehicular hacia las administraciones las reivindicaciones alicantinas, desde que la provincial Coepa desapareció, fruto de una ruina económica que la hizo insalvable, la idea de que la provincia de Alicante no cuenta con una voz suficientemente autónoma cuando sus intereses no casan con los del potente tejido económico de Valencia no ha desaparecido del todo.

De haberlo hecho, no habría cuajado el proyecto de Uepal, la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante creada en 2018, presidida por César Quintanilla, de la que forman parte asociaciones sectoriales y empresas que en la mayoría de los casos también forman parte de la CEV, pero consideran necesario un contrapeso provincial extra al poder valenciano, aunque, como dice a La Vanguardia uno de sus asociados “a nadie le gusta pagar otra cuota”.

Con discreción, la CEV ha trabajado para atraer a Uepal, con un buen nivel de entendimiento que ambas partes confirman

Con discreción, la CEV ha trabajado para atraer a Uepal, con un buen nivel de entendimiento que ambas partes confirman, y en la última reforma de sus estatutos concedió más peso a la estructura provincial, que en Alicante preside el propietario del Grupo Soledad, el ilicitano Joaquín Pérez, empresario de éxito poco amigo de conflictos y de un perfil público reservado, opuesto al del locuaz presidente de la Cámara.

Sin duda, la incorporación a la secretaría general de CEV -con vocalía en CEOE incluida- de una figura tan conocedora del tejido económico alicantino como la exdirectora de la Institución Ferial Alicantina, Esther Guilabert, va dirigida en la misma línea. La asociación que preside Quintanilla ha planteado propuestas de gran calado, como el desarrollo del área funcional Alicante-Elx, muy relevantes para el territorio y que ganarían impulso con el apoyo decidido de la patronal autonómica.

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Imagen de la Asamblea de Uepal celebrada en Novelda.

Como siempre ocurre en estos casos, todas las fuentes consultadas abogan ahora por evitar un debate público que tanto Cámara como CEV han causado por la necesidad de ambos de marcar territorio. Nadie quiere aparecer como factor discordante cuando la Comunidad Valenciana sufre una crisis histórica, con una trágica pérdida de vidas humanas y una ingente tarea de reconstrucción por delante.

Pero nadie puede negar que, precisamente por eso, la amenaza de que no se atiendan las necesidades tanto tiempo postergadas de Alicante en materia de infraestructuras, y no se generen proyectos que permitan a la provincia y a sus trabajadores contar con actividades de mayor valor añadido que el ofrecido por el turismo y la construcción, es muy patente en la delicada coyuntura actual. 

El factor político

No debe perderse de vista, naturalmente, al factor político de la cuestión. Baño y el actual presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, labraron una sólida amistad cuando, bajo el mandato el en la Cámara de Comercio del singular político socialista Antonio Fernández Valenzuela -alias, Moscú-  formaron parte del grupo que bajo el mismo nombre compartía con frecuencia mesa, mantel y confidencias, siendo Mazón gerente de la entidad, cargo que abandonó en excedencia para retornar a la política.

Baño no ha ocultado nunca esa fraternal relación, pero para algunos la ha llevado a veces demasiado lejos. En un discurso muy beligerante contra el gobierno central pronunciado en la Noche de la Economía de 2023, siguiendo la senda combativa de Valenzuela en sus reivindicaciones, traspasó algún límite que el sagaz expresidente de la Diputación no hubiera cruzado nunca al alinearse con el actual Consell del PP en cuestiones ajenas al campo económico y empresarial -como la política lingüística- causando un enorme enfado entre los políticos de la oposición presentes en el acto.

Baño no ha ocultado nunca esa fraternal relación, pero para algunos la ha llevado a veces demasiado lejos

En el contexto de enconada lucha política en el cual, pese a la reiterada advertencia de los analistas más sensatos, están cayendo los dirigentes políticos valencianos, mientras la ciudadanía no reclama otra cosa que eficacia y coordinación, todas las organizaciones mencionadas: CEV, Cámara y Uepal, comprometen su neutralidad. A nadie se le escapa que la agenda de las organizaciones empresariales tiende a casar mejor con los programas conservadores en materias laborales o fiscales, pero un entendimiento crítico y razonable con los ejecutivos de uno u otro signo, aún más en tiempos de crisis, resulta aconsejable para no crear más problemas de los que se pretende solucionar.

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