No pienses en el verde
Diario de València
Resulta, cuanto menos, curiosa la vocación con la que el PP y, en ocasiones, el PSOE, están reforzando a Vox justo cuando los aires en todo el mundo soplan a favor de las ultraderechas. Sucede en el terreno que uno más conoce, que es el valenciano, con esa lamentable tensión institucional y ausencia de cooperación entre la Generalitat y el Gobierno a propósito de la reconstrucción de la dana que ha causado 224 muertos y decenas de miles de damnificados, escenificación que está solidificando el malestar social y probablemente el aumento de la desafección. Pero basta ver el tacticismo a nivel nacional para comprender que la estrategia electoral del PP y, a veces, del PSOE, parece diseñada para que los de Abascal crezcan en apoyo popular y, con el tiempo, se conviertan en pieza clave para la gobernabilidad no ya de algunas autonomías, también de España. Tiene mérito, porque Vox no es que esté haciendo un gran esfuerzo para alcanzar este poder, es que se lo están regalando justamente los que parecen haber olvidado cómo se están destruyendo los cimientos de las democracias liberales.
Donald Trump con Santiago Abascal en una imagen facilitada por el líder de Vox en X
Vean las encuestas para comprobar cómo Vox, que es el aliado español de Donald Trump (y de Elon Musk), ha venido para quedarse y para decidir en las instituciones. Pero ahí está Feijóo cediendo al discurso involucionista en materia de inmigración (que por cierto están comprando no pocas formaciones socialdemócratas en Europa) o buscando elementos para seguir alimentando la polarización a partir de mensajes que previamente ya han sido material discursivo de los ultras. Pero también hay que preguntarse a quién beneficia más la idea de Sánchez de iniciar el año 2025 con una programación institucional para conmemorar la muerte del dictador Francisco Franco. ¿Desde cuándo la democracia europea celebra la efeméride de la muerte de los dictadores? ¿No sería más lógico reforzar con actividad institucional la llegada de la democracia en 1977 o la aprobación de la CE en 1978, símbolos de pacto y grandes acuerdos entre los partidos democráticos?
En ocasiones, la estrategia electoral del PSOE y el PP parece diseñada para que los de Abascal crezcan en apoyo popular y, con el tiempo, se conviertan en pieza clave para la gobernabilidad en España"
El PP y el PSOE parecen querer alejarse del principio, bien explicado hace más de una década por el añorado Tonny Judt, de que pensar en cómo vencer a las ultraderechas (y algunas ultraizquierdas) olvidando los principios sobre los que se han construido las democracias europeas tras la II Guerra Mundial es dar margen, justamente, al crecimiento de estas ultraderechas. Miren Italia, o lo que está sucediendo en Austria, o lo que puede pasar en Alemania. El PP y el PSOE deberían dejar de pensar tanto en Vox, en beneficio propio cortoplacista, y recuperar la senda para ofrecer soluciones al malestar y la incertidumbre crecientes en la sociedad. ¡Pero si ni siquiera han sido capaces de hacerlo para los valencianos destrozados por la dana! Ya puestos, deberían releer a Lakoff cuando advertía a los demócratas que “no pienses en un elefante”, en relación al símbolo republicano. Feijóo y Sánchez deberían adaptar la hipótesis: “no pienses en verde”, el color de Vox.