En 2018 conocí a una mujer fantástica, Ana Lourdes Torres Laborda, Analú para sus amigas pijas, y @cocadepanses para el resto de los mortales. Esta señora, ingeniera agrónoma de formación y docente de profesión, se cruzó en mi camino para liarla parda y hacernos comprender que en la cultura del almuerzo algo chirriaba, y tenía razón.
En el almuerzo valenciano siempre ha habido muchos huevos, y no me refiero a los fritos. Tradicionalmente ha sido una disciplina masculina porque eran quienes trabajaban y traían los cuartos a casa. Las mujeres estaban en otras cosas, criando, limpiando, cocinando y por eso no iban a almorzar. Es más, ni pisaban el bar porque no era un sitio para una mujer decente.
Tomemos ese criterio viejuno como punto de partida desde la década de los 60 hasta los 90 del siglo pasado. Desde entonces las cosas han cambiado. Hoy en día se ven parejas almorzando, porque es romántico o porque van de paquete en la moto; también algún grupo de chavalas de despedida, que van a disfrutar de l'esmorzaret en el bar que esté de moda en el Cabanyal o Russafa. Sin embargo, el grueso del pelotón son tíos, ingentes collas de festeros, quintos, peñas ciclistas, jubilados o mis colegas los Glottons, siempre hombres. Las mujeres siguen teniendo dudas y temores que les impiden integrarse en esta locura, quizás porque son más inteligentes. Ahí es donde entra @cocadepanses con su faro y su luz.
Me contaba que siendo jovencita, bueno, de eso hace cuatro días, cuando se echó de novio a @cacauencorfa, tenían por costumbre en Algemesí, salir en cuadrilla chichos y chicas los viernes por la noche, donde todo era buen rollo e interacción, pero durante esas horas nocturnas se fraguaba una traición, el almuerzo del día siguiente, al que sólo iban los tíos. Ana averiguó con estupor y algo de horror que las chicas el sábado se convertían en Rorro, y debían cumplir una serie de tareas, como limpiar la casa, cuidar a familiares, hacer la compra, gestiones e incluso cocinar, y con lo que más alucinaba, era que iban a la peluquería a ponerse monísimas para salir a cenar. A veces quedaban los sábados en el Casino, a las doce en punto, a tomarse un cortado pero con sacarina, no fueran a perder la línea.
Menudo mal rollo… vaya retahíla de micromachismos que subyacen en el ADN de nuestra sociedad… Buff… y más en los pueblos que en la ciudad. Eso a Ana se le quedó ahí clavadito, y cuando empezó a moverse con cierta soltura en la madre de todas las redes sociales, que antes de la llegada de Elon Musk, era Twitter, popularizó el hastag #donesesmorzadores, como una iniciativa feminista de calado. Su entusiasmo nos contagió y empezamos a colaborar. Hace cinco años Ana materializó el proyecto con el reconocimiento a mujeres notables de nuestra sociedad, eso sí, debían cumplir dos requisitos, estar comprometidas con la causa del almuerzo y evidentemente, con la igualdad.
Menudo mal rollo… vaya retahíla de micromachismos que subyacen en el ADN de nuestra sociedad… Buff… y más en los pueblos que en la ciudad
Empezamos a tirar de agenda y a cada VIP que le contabas la historia de un grupo de mujeres que quedaban para almorzar, se ponían como motos y enseguida te decían ¡Dónde hay que firmar! En estos momentos hay 30 señoras que ostentan el Cacau D'Or Women Especial Edition, que consiste en una réplica bañada en oro de la vaina de un cacahuete de dos granos, también conocido como “Cacau del Collaret”.
Las galardonadas son mujeres que derrochan talento a raudales: Susana Gisbert (fiscal y escritora), Rosa Dominguez (periodista), Pilar Montesinos (maestra), Laura Ballester (periodista), Soledad Benegas (cantante e influencer), Regina Laguna (periodista), Raquel Esteve (ingeniera e influencer), Carmen Sendra (cooperativista), Ana Suria (enóloga), Alba Martínez (sector inmobiliario e influencer), Isabel Dolz (expresidenta Unió de Consumidors), Paz Lloria (catedrática de derecho penal UV), Araceli Munera (socióloga), Virginia Haba (periodista de tve), Ana Carrau (CEO y mentora de proyectos de innovación), Aina Gilabert (diseñadora gráfica), Silvia Lacuesta (celadora), Mª José Ferrer Sansegundo (concejal Ayto. València), Loreto Ochando (periodista), Pilar Bernabé (Delegada del Gobierno), Raquel Mengual ”Kela" (cantautora), Teresa Silla (maratoniana y comunicadora), Diana Muñoz (Florida Universitaria), Sonia Llorens (educadora ambiental), Ester Alba (Vicerrectora UV), Miriam Civera (periodista À Punt), Laura Sena (Periodista), Inma Orquin (Fundadora de Afghan Women on the Run), Ángeles Martínez (fiscal violencia de género).
¡Menudo elenco ha reunido @cocadepanses en un lustro! Espero señoras mías que no bajen la guardia, porque el universo almuerzo sigue teniendo un poderoso lado oscuro. Les pongo un ejemplo: hay almuerzódromo ubicado en un importante polígono industrial cerca de València, donde el señor propietario obliga a las camareras a ir con mallas bien apretadas para tener a los parroquianos contentos. ¿Qué no se ven calendarios de tías en pelotas en los talleres? ¡Pues porque no los imprimen y existe Pornhub!
¿Os gustaría almorzar en ese sitio? ¡Vinga, convide a totes les #DonesEsmorzadores!
Gràcies @cocadepanses!