El Consell Nacional de Més Compromís, el órgano director del partido mayoritario de Compromís, aprobó el sábado una propuesta de resolución para solidarizarse con “el daño personal, profesional y económico, y también con la afectación al honor, así como reconocer y reparar el daño político, sufrido por todas aquellas personas militantes de Compromís que han sido objeto de lawfare o guerra judicial, por haber ejercido cargos públicos en nombre y representación de nuestro proyecto”.
La propuesta, defendida por Francesc Gamero -una de las personas investigados en el caso que afecta también a Mónica Oltra- pide reconocer que “ningún militante de Compromís tendría que haberse sentido en el pasado, ni tiene que sentirse en el futuro, obligada a dimitir ante un caso de lawfare”.
La resolución
“Ningún militante de Compromís tendría que haberse sentido en el pasado, ni tiene que sentirse en el futuro, obligada a dimitir ante un caso de lawfare”
En este sentido, el texto aprobado por el Consell Nacional pide “disculpas si en algún momento nuestra organización no ha estado a la altura o no ha sido capaz de soportar la presión política y mediática, generada interesadamente”. Solo hubo un voto en contra y ninguna abstención.
El acuerdo tiene especial relevancia. Por una parte, porque viene de una formación que no es en la que milita Oltra (ella es de Iniciativa, que ya pidió perdón) y que en los momentos más complicados de la vicepresidenta, previos a su dimisión, mostró cierta frialdad con su compañera de coalición.
Contexto
La propuesta se aprueba en Més Compromís, un partido que mostró cierta frialdad con Oltra en su momento más difícil
Asimismo, esta resolución supone un evidente espaldarazo a la figura de Oltra, después del varapalo judicial que supuso la decisión de la Audiencia de València de reabrir su caso en contra del criterio del juez instructor y de la Fiscalía. Una resolución que se dio cuando muchos ya hacían cálculos a cerca de la posible vuelta de la dirigente a la primera línea política tras dos años de silencio desde su dimisión.
La propuesta aprobada por Més Compromís se puede leer como una invitación a Oltra a volver. En esta línea, el texto menciona especialmente su caso. “El de mayor trascendencia tanto por la gravedad de los hechos con que se pretende asociar las personas afectadas como por el hecho de atacar directamente la Vicepresidenta del Consell, cabeza de lista y cara visible de Compromís, Mónica Oltra y quince personas más, entre autoridades públicas, personas funcionarias y trabajadoras de entidades sociales” como Rosa Molero, Miquel Real o el propio Francesc Gamero, autor de la propuesta.
Con esta circunstancia, Més insta a los órganos de la coalición Compromís a adoptar una resolución o acuerdo similar que repare el daño a los afectados.