Lo singular

Lo singular

Lo singular en los territorios, esa es la cuestión. De nuevo en ese barrizal del que jamás saldremos al estar inacabada la conformación estatal desde el superadísimo régimen del 1978. El cierre del título octavo de la sacrosanta Constitución clama a solventarse, el Estado Autonómico en 2024 puede y debe consolidarse en su refundación. Desde la horizontalidad y la federalidad, desde el conocimiento y el respeto, desde la cooperación y la equidad. La legislatura territorial nos dijeron… pues bien estamos.

La vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en el Palacio de La Moncloa, a 4 de junio de 2024, en Madrid (España).

La vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero

Eduardo Parra - Europa Press / Europa Press

A los que primamos el eje identitario y territorial versus el eje ideológico y polarizado pues así nos quedamos, inmersos en una perpleja frustración sin medida. Que no pasa nada, que somos un territorio no castellano, como gallegos o baleares, como navarros o aragoneses… y algún día tocará que esta España de ellos comience a aceptarse como lo que es, plural, diversa, multicultural y multinacional. Que esto no va de la Meseta reinona y el resto periferia conquistada. Con ese mapa político datado en 1854 con la España uniforme y la España asimilada… poco a cambiado en la miopía cateta y supremacista de algunos.

Lo singular en la financiación, esa es la polémica. Aquí estamos por las singularidades de todos, faltaría más. Pero claro, sin el desprecio y el ninguneo con que la Comunitat Valenciana es trágicamente depositaria desde el inicio de los tiempos democráticos. Arrancamos con una mala definición competencial y financiera como territorio autónomo en 1982 para acabar expoliados fiscalmente y a la funesta cola de inversión territorializada en 2024… cuarenta años más tarde. Los cinco millones de ciudadanos de esta nuestra tierra castigados con la peor financiación autonómica de la península, como bien se desgañitan en denunciar referentes como el director del IVIE Francisco Pérez, el exconseller de Hacienda Vicent Soler o el presidente de la CEV-CV Salvador Navarro.

Pero ni Montoro ni Montero, aquí nos llevan unos y otros bailándonos el agua durante décadas"

Pero ni Montoro ni Montero, aquí nos llevan unos y otros bailándonos el agua durante décadas. Que mucho golpe de pecho y luego cruzamos el Pantano de Alarcón y si te he visto no me acuerdo, que en el Paseo de la Castellana se está muy a gustito. Pero claro, que más les da… si luego no se ven penalizados social y electoralmente. La conciencia propia de aquellos que somos y nos sentimos valencianos, ciudadanos de este país de valencianos, se encuentra bajo mínimos y en peligro de extinción. Igual deberíamos reclamarnos como especie protegida. Y por ello algunos quieren aprovechar la coyuntura y rematarnos como Pueblo, o eso parece…

Lo singular en el autogobierno, esa es solución. Desde el compromiso y la convicción que demuestra ser la mejor receta para el futuro y el progreso de nuestra sociedad que convive del Sénia al Segura. Desde la moderación y la proximidad, desde el apego a nuestra realidad y a nuestra identidad. Gobernanza aquí y ahora, no desde moquetas y despachos a 350 km… Pero claro, difícil nos lo ponemos nosotros mismos por nuestra falta de orgullo y autoestima, nuestro pecado original sangrante e innato. Que un militante del partido del gobierno le vuelva a afear a su presidente de la Diputació de València Vicent Mompó que hable en su lengua materna en su tierra propia pues tiene bemoles. O que el conseller de Educación José Antonio Rovira entienda que las asignaturas en inglés se resuelven en esa misma lengua, pero claro si son en valenciano eso no es natural ni normal pues apaga y vámonos. Y seguimos ofuscados en esta larga noche que nos asiste y acecha. Amén.

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