Hablen de La Albufera

Si tú me has entendido

Hablen de La Albufera

Sequía en el este peninsular, campos de arrozales con dificultades de riego y un biólogo que llega para solucionar el problema y acaba a tiros con los agricultores, no sin su dosis de drama. No les reviento la película si les digo que la historia que el cineasta valenciano Iñaki Sánchez Arrieta rodó hace tres años en el puerto de Silla, “El lodo”, con Raúl Arévalo y Paz Vega, parece que vaya a pasar mañana. Ausencia prolongada de precipitaciones, previsibles restricciones al riego y un ambiente encabronado dibujan nuestro presente, que coge carrerilla si le sumamos a una ministra que pactó a buenas hace meses con el presidente y que ahora es candidata a unas elecciones, aunque sean europeas. Por aquí, que somos mucho de fiestas, ya la tenemos de nuevo montada, sobre todo en redes sociales, donde todos sonamos más valientes.

Pero, mientras, y a las puertas de un verano que se antoja calentito, los agricultores explican que la sequía extrema que ya está padeciendo la Comunidad Valenciana está causando pérdidas históricas que ponen en peligro la continuidad de cultivos y ganaderías. ¿También en La Albufera? Allí explican que es la descoordinación entre los diferentes gobiernos lo que perjudica al parque. “El agua llega, pero no se distribuye bien”, explica uno de sus arroceros, quienes respiran tranquilos porque este año, al menos, el agua está garantizada para el cultivo. Ellos, que conocen bien el parque natural, piden un pacto para no convertir La Albufera en Doñana o el Mar Menor. A eso sí que le temen.

Un tripulante espera en su barca atracada en el embarcadero del Parque Natural de La Albufera en las inmediaciones de la localidad de El Palmar, en Valencia, Comunidad Valencia (España), a 16 de junio de 2020.

Un tripulante espera en su barca atracada en el embarcadero del Parque Natural de La Albufera en las inmediaciones de la localidad de El Palmar

Iván Terrón/ Europa Press

Es ese miedo que se le tiene al lodo, como el título de la película, en que se podría convertir este tesoro natural del que todos los valencianos presumimos, pero que pocos cuidamos. No hay que irse muy lejos: el proyecto Libera que llevan de la mano SEO/BirdLife, en alianza con Ecoembes, analiza la evolución de la basura en 17 espacios naturales españoles, entre ellos La Albufera de València, y concluye que en todos las colillas son el residuo más abundante, seguidas de las piezas de plástico, toallitas húmedas, bolsas y envoltorios plásticos de chucherías. Lo triste para nosotros es que si buscas en las muchas gráficas, el récord de residuos detectados en un área recreativa fueron 1.850 elementos. ¿Dónde? En La Albufera.

Mientras hay batalla política, la sequía extrema ya causa pérdidas históricas

Mis hijos fueron hace unas semanas a recoger residuos como actividad extraescolar y vinieron ojipláticos tras sacar con sus propias manos botellas y otros residuos de entre las piedras de la playa. Ni conchas ni piedrecitas de colores trajeron de recuerdo. Solo una cara de asco profunda tras limpiar la línea de costa que linda con nuestro ¿querido? parque natural más emblemático.

Siéntense a hablar del agua porque ya estamos sudando en mayo y el verano, me temo, se nos puede hacer muy largo. Mucho.

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