Una hipótesis tomaba ayer cuerpo: el incendio que ha arrasado dos torres de un edificio de la ciudad de València, causando 10 muertos, pudo iniciarse en el mecanismo del motor eléctrico del toldo de la puerta 86, en el octavo piso. Es solo una hipótesis, pero ayer era la que se apuntaba desde fuentes cercanas al equipo de la policía científica que está investigando el caso y, además, la que respondía a una cierta lógica. No es una certeza aún, pues la investigación, bajo instrucción judicial, sigue su curso. Pero es lo más probable.
Cuando se produjo la primera chispa, nadie estaba en el piso donde se ocasionó el fuego que ha causado también centenares de damnificados, pues el inquilino se encontraba fuera. Se produjo, además, en la terraza; evidencia que se puede visualizar con los muchos vídeos que se realizaron en los primeros momentos. El fuego no tuvo, por lo tanto, un origen interior a la vivienda, fue exterior. Y lo primero que se vio arder (por las imágenes grabadas) fue, justamente, el toldo.
No hubo, por lo tanto, error humano en la generación del fuego: fue un fallo eléctrico, posiblemente el motor del toldo. La policía localizó al inquilino de esa vivienda, que estaba de viaje, y este aseguró que no había dejado ningún dispositivo eléctrico en marcha, según adelantó ayer el diario Levante EMV.
El fuego no tuvo, por lo tanto, un origen interior a la vivienda, fue exterior
Esa es la hipótesis. Fuentes de la administración de esta finca señalaron a La Vanguardia que muchos vecinos habían instalado toldos eléctricos. “Pero nunca habíamos escuchado que dieran ningún problema”, añadían. Un técnico especializado en análisis de causas de incendios del Consorcio de Bomberos de València consultado señalaba que, de acuerdo con las imágenes, era casi seguro que todo se trataba de un “fallo eléctrico” en el exterior, en la terraza. Este especialista añadía que en un caso como este no se puede decir cuánto tiempo se tardará en conocer la causa concreta, que va a depender de muchos factores, incluido el testimonio del propietario o inquilino de la vivienda.
Está la hipótesis, y después están las certezas. Una de ellas es que el material con el que estaba elaborado el revestimiento de la fachada jugó a favor del fuego, de manera acelerada, como ya se ha explicado en este diario. A lo que colaboró el fuerte viento de poniente. Este mismo técnico reconocía que “eso no fue normal, esa fachada se construyó con un material inflamable, muchos compañeros me trasladaron que estaban sorprendido por cómo se aceleró todo”. Una vivienda de este mismo edificio sufrió un incendio en el año 2012. Fue un fuego que se inició en el interior de la puerta 51 y el origen fue la batería de un smartphone. El fuego quedó acotado en el interior del piso y fue sofocado con rapidez.
La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, confirmaba que la policía científica ya había registrado “palmo a palmo” las dos torres para recoger todas las muestras que serán analizadas para concluir tanto el origen del fuego como la velocidad con la que se propagó por la fachada.
Otro dato importante lo adelantaba ayer el diario Las Provincias. El edificio siniestrado, de 143 viviendas, recibió el visto bueno del departamento de Prevención de Incendios de los Bomberos de Valencia en 2005, fecha en la que se entregaron las llaves a los compradores. Fue el mismo año en que, en julio, se otorgó la licencia definitiva al inmueble, que tenía todos los papeles en regla. Esta información ha sido facilitada por el Ayuntamiento de València al juzgado que instruye el caso. El edificio, que proyectó la promotora FBEX, propiedad de Juan Henares Parada, comenzó a promocionarse en el año 2000.
La Comisaría Central de la Policía Científica de Madrid colabora en la identificación de los cadáveres
La delegada del Gobierno también apuntó ayer que todas las muestras de los cadáveres recuperados ya se han tomado y que se está tratando de identificar los cuerpos, algo que se espera poder hacer en los próximos días gracias a la colaboración en la identificación de la Comisaría Central de la Policía Científica de Madrid. Bernabé no quiso hablar de hipótesis ni de causas y se limitó a recordar que existe un secreto de sumario. De hecho, el titular del Juzgado de Instrucción 9 de Valencia asumió ayer la competencia para investigar las causas y circunstancias del incendio registrado en dos edificios del barrio de Campanar, y ratificó el secreto de las actuaciones.
Mientras tanto, los afectados tratan de recuperar, dentro de lo posible, cierta normalidad. Las primeras familias ya han comenzado a instalarse en alguna de las 131 viviendas que el Ayuntamiento de València ha puesto a su disposición para un periodo de tres meses “totalmente prorrogable”, se apresuró a aclarar la alcaldesa de València, María José Catalá. Ese primer plazo, explicó , “es suficiente para ver la vulnerabilidad social de las familias”. Así las cosas, la primer edil resaltó que “aquí nadie se va a quedar sin vivienda de un día para otro”, sino que ese plazo, “totalmente prorrogable”, funcionará para que los técnicos municipales puedan estudiar cada caso de manera individualizada.
“La idea es que las familias puedan reanudar, en la medida de lo posible, su vida y puedan dejar el hotel que les brindó una primera acogida, para recuperar un espacio en el que retomar sus rutinas, un lugar cómodo, habitable y donde estas familias consternadas por el suceso puedan sentirse a gusto”, manifestó Catalá. Ayer de nuevo, un minuto de silencio con representantes de todas las fuerzas políticas recordó a las víctimas de la tragedia en la plaza del Ayuntamiento de València. Minutos antes, la Junta de Gobierno local aprobó retirar del sistema municipal de cobro los recibos del IBI correspondientes al ejercicio 2024 de aquellos inmuebles afectados por el incendio, a fin de estudiar la situación de los mismos.
Anoche, el pleno del Consell de la Generalitat Valenciana aprobaba un paquete de ayudas económicas destinadas a los afectados. Se trata de recursos económicos y sociales que se activarán de inmediato.