El punto de partida es “terrible”, señaló ayer el presidente valenciano Carlos Mazón. La Comunidad Valenciana es la primera comunidad en consumo de tranquilizantes, la segunda en cannabis y la tercera en uso compulsivo de internet en escolares de 12 a 16 años. Es, además, la segunda autonomía con mayor tasa de casos atendidos en Atención Primaria por ideación suicida y la primera en el consumo de alcohol y cannabis.
Son solo tres de los rankings que lidera el territorio, que ayer presentó su Plan de Salud Mental y Adicciones 2024-2027, un proyecto que Mazón tildó de “prioritario” y que presentaron el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, y el responsable de la Oficina de Salud Mental, Bartolomé Pérez. “En la salud mental se acabó ya el juego de las ideologías, porque somos la tercera con la menor tasa de especialistas en formación y esto es algo fundamental”, señaló Pérez. El comisionado para la salud mental trabaja con el conseller desde marzo de 2023 en esta propuesta a instancias de Mazón, que recordó como el Plan es “un compromiso”.
“Los datos son terribles y hay que darles el peso que tienen, no es posible que seamos una de las tres comunidades autónomas con peores recursos ni estar en el vagón de cola”, lamentó Mazón. El Plan está dotado con 283 millones de euros, de los cuales las mayores partidas se destinan al llamado modelo asistencial y equitativo basado en las “necesidades reales” de la población (86,1 millones) y en la atención a la infancia y la adolescencia (70,4 millones). En concreto, el Plan contempla destinar 40,8 millones de euros adicionales en los presupuestos de 2024, a los que se sumarán otros 71,3 millones adicionales en 2025; 80,8 millones de euros extra en 2026 y cerca de 90,9 millones de euros en 2027. Un total de 724 en la legislatura.
La atención a los menores es uno de los aspectos donde el Ejecutivo quiere incidir. “El problema de salud mental está exacerbado, lamentablemente. Estamos en los vagones de cabeza en patologías y adicciones infanto-juveniles y en los vagones de cola en recursos materiales y humanos”, explicó el conseller Gómez. Así, se propone crear “de manera progresiva” servicios de salud mental de la infancia y la adolescencia y disponer de 23 hospitales de día para este colectivo, tantos como unidades de Psicología de la Salud. Asimismo, crear dos unidades de media estancia para niños y jóvenes.
Estamos en los vagones de cabeza en patologías y adicciones infanto-juveniles y en los vagones de cola en recursos materiales y humanos"
“No hay salud sin salud mental, sin prevenir en la escuela, ni en el embarazo”, señaló Bartolomé Pérez de un programa que programas que contempla la educación socio-emocional en todos los niveles de la educación obligatoria (de 6 a 16 años) y la creación de Unidades de Detección Precoz en el medio escolar.
Y es que el nuevo programa de salud mental también plantea ofrecer orientación específica a las familias mediante una escuela online en salud mental y adicciones de forma continuada a lo largo de todo el curso escolar y el diseño e implementación de un programa de orientación y asesoramiento a mujeres con enfermedad mental, que incluya las adicciones, que se planteen la maternidad o que ya estén embarazadas.
La “joya de la corona”, según el coordinador, será la creación de ocho Unidades de Primeros Episodios Psicóticos interdepartamentales con “carácter estable y plantilla específica”. En el plan intervendrán por primera vez las diputaciones provinciales y, aunque no hay una cifra global, sí que se contempla aumentar en una decena las plazas en Psiquiatría o en tres más las de esta especialidad en atención a la infancia, además de mejorar la formación de sanitarios y profesores.
El proyecto fue criticado por el PSPV, que asegura es “una copia barata” del anterior plan de salud mental presentado por Ximo Puig, un programa lanzado en 2022, dotado con 40 millones de euros y que contaba con la incorporación inicial de 250 profesionales. Compromís, por su parte, lamentó que el presupuesto “supone un recorte de tres millones de euros por año respecto al mismo plan diseñado por el gobierno del Botànic que está ahora en vigor”.