A las 8,50 de la mañana del pasado viernes 16 de junio, tenían previsto su aterrizaje en el aeropuerto de Alicante-Elche-Miguel Hernández cinco aviones: cuatro Airbus procedentes de Zurich (Air Baltic), Roma (Vueling), París (Vueling), Cluj-Napoca (Rumanía, Wizz) y un Boeing 737 de la compañía TUI procedente de Bruselas.
Con una sola pista, no hace falta ser piloto ni controlador para entender que no aterrizaron todos a la vez, pero teniendo en cuenta que a las 8:45 horas -cinco minutos antes- tenían programada su entrada otros dos vuelos llegados de París y Lieja, y cinco minutos más tarde otro de Ámsterdam, es fácil comprender el ajetreo aéreo que contemplábamos los privilegiados que seguíamos el descenso, en fila india, de estos gigantes del aire desde una cafetería de la vecina playa del Saladar ante un café con leche y una tostada de aceite.
A las 8:50 de la mañana del pasado viernes 16 de junio, tenían previsto su aterrizaje en el aeropuerto de Alicante-Elche-Miguel Hernández cinco aviones
Porque el aeropuerto de Alicante-Elche no deja de batir récords de movimiento. A la hora en que esos cinco vuelos tomaban tierra en un margen de escasos minutos y en ordenado turno, entre las 8:50 y las 9 horas, ya habían despegado 25 vuelos del aeródromo alicantino, el primero a las 6 de la mañana. En total, cerca de 150 aterrizajes y otros tantos despegues en una sola jornada. Más de un millón y medio de pasajeros en el mes de mayo, más que nunca en ese mes, acercándonos a un verano que promete desbordar por el margen superior los gráficos estadísticos.
Son las cifras y la previsión de pasaje, disparada tras el parón que supuso la pandemia, el argumento que el sector empresarial, sobre todo el hotelero, han utilizado esta semana para exponer a la dirección de AENA que ha llegado el momento de acometer la obra de la segunda pista que prevé el Plan Director del aeropuerto.
El presidente de Hosbec, Fede Fuster, explica que “el Aeropuerto de Alicante vive fundamentalmente del tráfico internacional, que supone un 85% del total del pasaje y está batiendo récords absolutos de operaciones y pasajeros cada mes, por lo que hay que adelantar toda la planificación de las infraestructuras necesarias, como será la segunda pista”. Entre junio y septiembre, el Aeropuerto Miguel Hernández va a operar 14.700 vuelos, lo que equivale a 3,5 millones de asientos.
No olvidemos que, por lo que se refiere a las instalaciones de embarque y desembarque, al ejecutar la nueva terminal se mantuvo en pie la antigua con el fin de reabrirla, con las reformas necesarias, cuando el aumento de las operaciones lo requiera. Pero, tal como la CEV y Hosbec trasladaron a los ejecutivos del ente aeronáutico, el volumen de pasaje que no es posible asumir con una sola pista está cerca de alcanzarse, por lo que la ejecución de la segunda debería ser inminente.
Sin embargo, al proyecto no le faltan opositores cuya argumentación se halla además fuertemente entroncada con la tendencia conservacionista de una sociedad cada vez más preocupada por las consecuencias del cambio climático.
La oposición de los ecologistas
En las alegaciones presentadas al plan de Aena, el grupo ecologista AHSA (Amigos de los Humedales del Sur de Alicante) se opuso a la segunda pista por una razón local y muy concreta, "la ocupación de terrenos del saladar de Agua Amarga y de su cuenca de afección, una zona húmeda protegida desde el año 2002 a través del Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana, por los impactos críticos y severos que supondría la destrucción de ecosistemas protegidos por la legislación tanto nacional como europea".
Y en segundo lugar, "porque la construcción de una segunda pista contribuirá de forma importante al aumento del tráfico aéreo y de las emisiones de gases de efecto invernadero, un aumento inasumible teniendo en cuenta las previsiones de cambio climático ligadas a dichas emisiones".
"El valor ambiental de las especies ornitológicas asociadas es muy alto", afirman los ecologistas de AHSA
Por lo que se refiere al primer reparo, recuerda la organización ecologista que "el valor ambiental de las especies ornitológicas asociadas es muy alto, teniendo en cuenta que los humedales costeros mediterráneos son ecosistemas en grave regresión por la intensa presión antrópica y que muchas de las especies, tanto botánicas como faunísticas, asociadas a estos ecosistemas se encuentran en una situación comprometida".
La ONG señala que "es de vital importancia conservar aquellos espacios naturales que se han preservado del intenso proceso urbanizador sufrido en nuestras costas, como es el caso del Saladar de Agua Amarga". A su juicio, su elevada diversidad biológica, en especial en lo que se refiere a la avifauna, "no está suficientemente recogida en el apartado de caracterización ambiental" del proyecto.
En cuanto al segundo aspecto, AHSA argumenta que "en la actual situación de emergencia climática que vive el planeta debido a los efectos del cambio climático, seguir promoviendo actuaciones que favorezcan uno de los transportes más contaminantes que existen, como la aviación comercial, es completamente irresponsable. Se calcula que un solo viajero que cubre el trayecto de Londres a Nueva York en un vuelo comercial emite tantos gases de efecto invernadero como un europeo medio para calentar su hogar durante un año, según datos de la Unión Europea".
Además, "las consecuencias del cambio climático están siendo especialmente impactantes en nuestro país y aún más en el sureste peninsular, donde las sequías son más frecuentes e intensas y la duración de los veranos ha aumentado en cinco semanas desde los años 80, según refleja el avance de los datos del Open Data Climático de la Agencia Española de Meteorología".
AHSA argumenta que es irresponsable "seguir promoviendo actuaciones que favorezcan uno de los transportes más contaminantes que existen"
Los ecologistas añaden que parte de los terrenos que AENA prevé utilizar se encuentran en zona inundable, en un sector "extremadamente sensible al aumento del nivel del Mar Mediterráneo provocado por el cambio climático, lo cual desaconseja aún más la instalación de infraestructuras estratégicas".