En el sector cerámico de la Comunidad Valenciana hay nerviosismo y mucha preocupación ante la situación económica. Lo han manifestado reiteradamente las empresas y también lo explican los representantes de los trabajadores, que no aprecian cambios en un horizonte próximo en el que también pelean por renovar el convenio colectivo.
"Estamos con mucha preocupación y eso unido al día a día, que se hace cada vez más difícil con la situación inflacionaria", explica Jordi Riera, secretario de Hábitat de CCOO-PV. Entre enero y septiembre se gestionaron 41 ERTE con afectación a un total de 5.416 empleados; pero solo este mes de septiembre hay que añadir otros 22 expedientes y 1.817 empleados afectados, según datos de la patronal.
ASCER cuenta que solo este mes de septiembre hay que añadir otros 22 ERTE que afectan a 1.817 empleados
En total, son 63 ERTE afectando a 7.233 empleados, más del 45% del conjunto de los trabajadores del sector; aunque ASCER advierte que no es posible saber de los ERTE aprobados cuántos están todavía en ejecución o cuántas empresas han presentado varios expedientes en un determinado periodo.
Sin embargo, la delicada situación por el precio del gas y de la energía en general comienza a pasar factura. La pasada semana la empresa cerámica Todagres, de Vila-real y perteneciente al Grupo Fuertes, comunicó a su comité de empresa el inicio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
El motivo es "la situación actual y el complicado escenario de la empresa, derivado de su inviabilidad a nivel operativo y económico a lo largo de los años", explicó la compañía, que arrastraba desde 2010 problemas económicos que con la actual situación se han agravado.
Las empresas Toda-gres y Azulejera Alcorense ya han anunciado que inician ERE
Algo similar le ha ocurrido a la firma Azulejera Alcorense, de Almassora, que anunciaba el viernes el inicio del proceso de negociación para acometer un ERE que podría llegar a afectar a 78 trabajadores. La empresa explicó en un comunicado que "la reciente escalada de los precios del gas y la energía es totalmente inasumible para las industrias gasintensivas".
Una situación que podría darse en otras compañías y que preocupa también a los sindicatos, que alertan de que son las más pequeñas, o las que trabajan para otras compañías como proveedoras, las que primero caerán en este contexto de dificultades.
En este escenario, además, el convenio colectivo sigue en pausa. Los sindicatos tienen previsto reunirse a finales de la semana, o primeros de la que viene, para reactivar la comisión negociadora, paso previo antes de la movilización-concentración prevista para el 22 de octubre en Castelló.
Explican que la patronal ha bloqueado la negociación, sin que "haya ninguna propuesta encima de la mesa y en un momento de tanta responsabilidad social y de petición de ayudas por su parte, precisamente ellos no están poniendo nada encima de la mesa", opina Jordi Riera.
En un momento de tanta responsabilidad social y de petición de ayudas por su parte, la empresa no pone propuestas encima de la mesa"
La patronal ASCER explicó el pasado verano que estaba “en disposición” de ofrecer incrementos salariales moderados que compensaran "parcialmente" la escalada general de los precios, pero pidió que esas mejoras salariales continuaran desvinculadas formalmente de la evolución del IPC.