Hace días que los máximos representantes de la derecha valenciana vienen reclamando a Mónica Oltra que dimita, tal como ella le exigió a Francisco Camps cuando fue imputado en 2010.
No caeré en la facilidad del argumento ad hominem. Al fín y al cabo, tampoco es comparable. Francisco Camps ha mantenido intacta su inocencia, pero tiene el dudoso honor de haber presidido un partido al que le condenaron a su secretario general, vicesecretario general, gerente y tesorera por financiación irregular de las campañas electorales de 2007 y 2008, mientras era Presidente del Partido Popular en la Comunidad Valenciana, por no citar las condenas de uno de sus vicepresidentes y algún conseller por hechos acaecidos durante su etapa al frente de la Generalitat Valenciana.
El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, saluda a la vicepresidenta y consellera de Políticas Inclusivas de la Generalitat, Mónica Oltra
Cuando en junio de 2018 saltó la operación Alquería, al PSPV no le tembló el pulso para apartar a Jorge Rodríguez y fue suspendido de militancia y de todos sus cargos en el partido. Rodríguez era Presidente de la Diputación, alcalde de Ontinyent y portavoz del partido.
Meses más tarde, en abril de 2019, Rodríguez se dió de baja en el PSPV, al coincidir el levantamiento del secreto de sumario del caso Alquería con la convocatoria de las elecciones municipales, presentándose con La Vall Ens Uneix, marca con la que arrasó en Ontinyent y provocó el descalabro del partido socialista, que no obtuvo concejales.
Días después de su marcha, el 28A, se celebraron las elecciones autonómicas, en las que el Botànic revalidó su mayoría, logrando 52 escaños. Como ya apuntaban las encuestas, fue una victoria ajustada. Unos miles de votos dieron la victoria al bloque del Botànic.
La Comunidad Valenciana ha demostrado desde 2015 que se puede hacer política y gestionar los intereses públicos desde la divergencia y desde el máximo respeto a la diversidad"
Nunca sabremos de qué manera habría afectado al resultado del 28A ni el desgaste que habría supuesto para el PSPV-PSOE si hubiera cedido ante la pretensión de Jorge Rodríguez de presentarse encabezando la lista socialista a la alcaldía de Ontinyent pese a su imputación; lo cierto es que el PSOE se mantuvo firme al no llevar en sus listas a un candidato imputado.
La Comunidad Valenciana ha demostrado desde 2015 que se puede hacer política y gestionar los intereses públicos desde la divergencia y desde el máximo respeto a la diversidad, logrando equilibrios desde las tensiones y teniendo como objetivo el bienestar de los ciudadanos, pero la imputación de Mónica Oltra y su negativa a abandonar sus responsabilidades como Portavoz y Vicepresidenta del Consell ha abierto una nueva crisis en el Botànic, convirtiéndolo en el blanco perfecto para la derecha y ultraderecha en el horizonte electoral.