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Refugios de incondicionales

Reportaje

Los pequeños negocios musicales resisten en València a las pretensiones comerciales de Internet.

Carmen Arnal, propietaria de la tienda de discos Oldies

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En muchas ocasiones resulta casi imposible no relacionar un momento de nuestra vida con una canción concreta: una fiesta, un viaje o simplemente la escena de una película que hemos podido ver. La música se coloca en el centro de un pequeño universo que cada uno compone para sí mismo.

Es una lástima que esa pasión irrevocable hacia la música se vea “entorpecida” por una pérdida del elemento tangible que hasta el momento parecía no tener fin. Internet y las plataformas digitales han irrumpido en un campo que parecía impenetrable hasta el momento, el de los formatos físicos para de reproducción de música, los CD’s y vinilos. Las tiendas físicas han sido las más afectadas por la llegada de estos formatos digitales o el uso del streaming para escuchar a los grupos de música de moda (o no tan de moda). Pero no hace falta irse muy lejos para saber el impacto de Internet en este “mundillo”, ya hace más de una década que existe la venta de artículos por Internet. El inicio de una alerta para los pequeños propietarios de las tiendas de discos.

El negocio de los discos se ha involucrado en la misma odisea en la que han caído otros negocios como el periodismo, la gratuidad.”

“Las modas siempre vuelven” es una de las citas que más se pueden escuchar en el entorno popular, y en ciertas ocasiones no le falta razón. En este caso, el formato más “melancólico” de la música, el vinilo, es el que ha ayudado a evitar el cierre de comercios de este tipo.

Años atrás, el dependiente de una tienda de discos recomendaba y ayudaba a buscar a sus clientes los discos que podían relacionarse a sus gustos musicales; pero con la llegada de los recursos en red tan solo hace falta hacer un click para que el producto llegue a la puerta de nuestra casa en poco tiempo, o simplemente para escucharlo sin tener necesidad de comprarlo. El negocio de los discos se ha involucrado en la misma odisea en la que han caído otros negocios como el periodismo, la gratuidad.

En este contexto, las tiendas de discos se han convertido en el refugio de grupos reducidos y selectos de amantes de la música, algo que también ha estado presente en el entorno valenciano donde las tiendas de discos físicos se pueden contar con los dedos de las manos.

Gráfico sobre recaudación en millones de diferentes formatos en dos años, también discos

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Según un estudio de Promusicae, durante el 2018 se llevó a cabo un aumento de las ventas musicales, gracias en gran parte al auge del mercado digital, que representaba un 71% del total de los ingresos en España durante ese año.

El mismo estudio reflejaba que tan solo el Lp de vinilo era el producto que había aumentado los beneficios de sus ventas con respecto al año anterior en España (de 9.881.000 euros en 2017 a 11.746.000 euros en 2018), aunque a pesar de este aumento, aún se encontraban lejos de los beneficios producidos por los Compact Disc (53.858.000 euros).

El informe de de Promusicae, también permitía observar un aumento del 10,82 % de los beneficios en el mercado digital, un porcentaje que contrasta notablemente con un descenso de los beneficios del 13,93 % por parte del mercado físico. Una muestra más de las dificultades por las que pasa la “música tangible”.

Según un estudio, tan solo el Lp de vinilo era el producto que había aumentado los beneficios de sus ventas con respecto al año anterior en España”

Cuestión táctica

Hace tan unos meses, “bajaba sus persianas” una de las últimas tiendas de discos de Valencia, Flexi Discos, la que decía adiós tras meses de lucha contra el alquiler de un local propio. La tienda valenciana, dirigida por Óscar Mezquita, llevaba unos meses compartiendo local con otra tienda de la ciudad. “La tienda no va mal, pero no va a suficientemente bien”, son algunas de las confesiones del propio Mezquita, declaraciones que podrían ser de otra tienda con las mismas características.

En otros casos más afortunados, como el de Discos Oldies, el regreso del formato “melancólico”, el vinilo, ha supuesto el cobijo de las complicaciones que si que han afectado a otras tiendas. Así, como afirmaba Carmen Arnal, “como siempre hemos tenido vinilos y hemos creído en ellos, ahí estamos”.

Interior de la tienda de discos Oldies

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Arnal lo es concisa con cuales son sus números. Como unidades lo que más venden son vinilos, como producto que más pide la gente y superventas, los CD’s de música en valenciano de grupos como “Els jóvens” o “Botifarra”. El top es valenciano.

Internet gran competidor

Muchos de los dueños de los pequeños comercios (no solo los musicales) coinciden en un mismo rival en común, la llegada de las ventas por internet. Así, un estudio realizado por eCommerce, cifraba en 20 millones el número de compradores online en 2018 en España, alrededor de la mitad de su población total.

Estas cifras han llevado a las tiendas valencianas a la “obligación” de adaptarse al comercio en línea para poder sobrevivir, quedando aun lejos la posibilidad de competir con las grandes empresas como Amazon, a las que a menudo se alinean estos pequeños comercios.

Discos Oldies es uno de esos ejemplos, la tienda valenciana no se ha quedado atrás ya que, entre discos, tanto Arnal como su marido han sabido adaptar la tienda a la nueva realidad y cada día preparan los productos que sus clientes han pedido a través de su web.

Discos Oldies es uno de esos ejemplos, la tienda valenciana no se ha quedado atrás ya que, entre discos, tanto Arnal como su marido han sabido adaptar la tienda a la nueva realidad”