¿Qué quiere ser Compromís en el futuro? La pregunta lleva años siendo motivo de debate de pasillo dentro de la coalición sin que se haya logrado siquiera plantear unas líneas de trabajo básicas y sólidas para resolverla. Porque las discrepancias entre los partidos que conforman Compromís - el Bloc, Iniciativa PV y Els Verds - son profundas a la hora de poner las luces largas y valorar cómo ha de evolucionar esta fórmula que ha sido, sin duda, un fórmula de éxito: hoy la coalición gobierna en las principales instituciones de la Comunidad Valenciana. “En ocasiones hay que ser conservadores, pero conservadores para proteger lo que ha funcionado bien y no cometer errores internos cuando estás gobernando”, señalan desde Iniciativa PV. No son pocos los que valoran, además, que Compromís ha sido la principal herramienta de transformación política en la sociedad valenciana desde 2015 y que ha sido, además, decisiva en el desarrollo de las políticas sociales y educativas del ejecutivo del Botànic que integran también el PSPV, como fuerza mayoritaria, y Unidas Podem.
El debate ha cobrado fuerza ante las referencias del próximo congreso del Bloc y la asamblea general de Iniciativa PV, ambos en verano. Y en este trayecto, en el que se están preparando las ponencias políticas, no son pocas las voces que han ofrecido su punto de vista no sólo sobre cómo han de orientarse ambos congresos, también sobre la incidencia de estos en el futuro de Compromís. Este pasado lunes, Enric Morera, presidente de les Corts y president del Bloc, arropado por Mónica Oltra, lanzaba un mensaje fundamental para la coalición: “debemos evolucionar hacia una federación de partidos”. La idea no es nueva, ya existía en una cláusula de las primarias de Compromís para las europeas de 2014, pero ahora ha tomado fuerza, contra la voluntad del Bloc, partido en el que sus dirigentes ansiaban que Compromís acabara convirtiéndose en un partido único. Pero “ante la resistencia de Iniciativa PV creemos que evolucionar hacia una federación es la mejor idea, ese es el camino”, apunta un dirigente del Bloc que añade que “ha de quedar claro que es una solución a la que nos resignamos, porque no podemos acabar siendo un único partido”.
Desde la dirección de Iniciativa PV también se observa como un acierto evolucionar hacia una federación de partidos. Se argumenta que Compromís “funciona muy bien, hay un respeto interno a las soberanías de cada formación, y eso no debe nunca perderse”. Se añade, en línea con lo que apuntan dirigentes del Bloc, que se debe superar el formato actual de coalición electoral, principalmente por cuestiones problemáticas como el Tribunal de Cuentas, que no reconoce la actual fórmula. “Hay muchas maneras de plantear una federación de partidos, pero esto nos ayudaría a mantener la actual estructura, la identidad de cada formación y mejorar nuestra situación legal”, añaden. Dos diputados de Compromís, Fran Ferri, del Bloc y Aitana Mas, de Iniciativa PV, ya habían declarado en público sus simpatías por avanzar hacia esa federación de partidos. Desde el Bloc, fuerza que lidera Àgueda Micó se reconoce que la idea de convertir a Compromís en un único partido “ya está descartada”. Era un viejo sueño de un sector de la fuerza nacionalista que no ha podido ni plantearse ante la firme oposición de Iniciativa PV.
Dentro del Bloc, además, se ha abierto un proceso fundamental para clarificar hacía dónde quiere evolucionar este partido. Entre recuperar el catálogo identitario por el que abogan el colectivo Bloc i País, de raiz fusteriana; o asumir que el posibilismo, aquel que se redacta cada día en el DOGV para transformar, y mejorar la vida, de los valencianos desde una visión valencianista e integradora, según subraya uno de los ideólogos del partido. No hay, por lo tanto, consenso, más bien disenso; y ahí está la clave principal del Congreso del Bloc para el próximo mes de junio. Àgueda Micó, secundada por Fran Ferri y Vicent Marzá, como referentes, apuesta por un valencianismo político alejado de resoluciones puristas y de corte procatalanista, aunque algunos crean lo contrario.
Se quiere que el valencianismo político impregne toda la gestión de los recursos públicos, se quieren ampliar las bases sociales, más allá de los resultados electorales. Hay vocación de alcanzar hegemonía entre las izquierdas valencianas, frente al PSPV y Podem. La actual cúpula del partido conoce muy bien los efectos de abrazarse al esencialismo identitario: seis legislaturas como fuerza extraparlamentaria del Bloc en el pasado.