Vil·la Maria (1902-08) es una masía obra del arquitecto Pere Casellas, mano derecha de Lluís Domènech i Montaner en las obras coetáneas del Institut Pere Mata, también en Reus, y una de las obras más destacadas del modernismo europeo. El edificio del Pere Mata, hoy centro psiquiátrico, se encuentra a escasa distancia de Vil·la Maria. Ideada como una segunda residencia, cerca de la ciudad para no desatender los negocios, conserva intactos muchos de los elementos arquitectónicos originales de su interior. Cayó en el olvido, deshabitada en los últimos años, y se puso a la venta por unos cuatro millones de euros junto a una amplia finca agrícola.
La casualidad y los caprichos del crecimiento urbanístico han querido que el edificio siga ubicado en una zona sin apenas urbanizar, como si el tiempo se hubiese detenido, a pesar de estar situada junto a una de las entradas del núcleo urbano de Reus.
En el exterior habrá una cúpula inmersiva y se plantarán las especies vegetales que inspiraron a Gaudí
Se encalló la aspiración de encontrar comprador de las dos familias propietarias y en estas que apareció Còdol Educació, un proyecto que promueve desde hace 30 años las experiencias culturales como vehículo para educar. Los de Còdol buscaban un lugar especial para establecerse físicamente y soñaron en convertir Vil·la Maria en su sede, en un centro para seguir difundiendo la cultura y la educación, algo que entienden como partes esenciales de un todo.
Tras llegar a un acuerdo con los propietarios para alquilar durante veinticinco años el edificio, Còdol ha hecho público un ambicioso proyecto. La entente con la propiedad llega a cambio de rehabilitar la masía modernista, con un presupuesto de medio millón de euros que cubrirá en parte la Generalitat. Con el aval del Ayuntamiento de Reus, las administraciones han entendido que es mucho más que un valioso inmueble protegido como Bien de interés local. “Queremos que sea un proyecto de país”, destaca Maria Adzerias, coordinadora de Còdol Educació.
Cuando finalice la rehabilitación, respetando hasta el último detalle el original, Vil·la Maria será visitable y formará parte de la ruta modernista de Reus. Hay elementos decorativos que transportan a la Casa Navàs, obra de Domènech i Montaner en el corazón de Reus, y al Institut Pere Mata. Algunos de los materiales utilizados en la masía llegaron directamente de las obras de construcción del Pere Mata, del Pavelló de distingits .
“El Centre Cultural Vil·la Maria quiere ser un lugar donde se repiense la cultura heredada y cómo revertir la situación actual, con la emergencia climática. Será una aportación al modernismo para profundizar en la naturaleza como elemento de máxima inspiración. Queremos ayudar a repensar el relato del modernismo”, añade Adzerias.
Están trabajando en un proyecto que prevé cultivar en el exterior de la masía las especies vegetales que inspiraron a genios del modernismo como Gaudí, con parte de sus raíces en Reus, o a Domènech i Montaner, padre modernista del autor de la Sagrada Família.
Las artes estarán presentes en la masía cuando acabe la rehabilitación, si se cumple el calendario en un año. Habrá una cúpula, pensada como un espacio inmersivo de 360 grados donde hacer conciertos y otros eventos culturales de pequeño formato. La cúpula, de diez metros de diámetro, estará junto a la masía.
Manuel Cuadrada, uno de los pioneros de la fotografía modernista de la Catalunya Sud, vivió en esta casa. Su familia estuvo entre los antiguos propietarios. Visitar la villa es entrar en el túnel del tiempo, un siglo atrás, sobre baldosas hidráulicas modernistas originales y cerámicas en las paredes. Premio final, subir hasta la torre mirador, con vistas de 360 grados hasta llegar al mar.
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