A menos de dos horas del pleno, ERC y JxCat oficializarán, al fin, un acuerdo que ha costado sudor y lágrimas y con el que la presidencia de la Diputació de Tarragona pasará a manos de los republicanos. Hasta esta mañana, JxCat se había resistido a escenificar públicamente un compromiso labrado en Barcelona hace días, poco antes de la constitución de los ayuntamientos y con el que ERC accedía a pactar con JxCat en Reus –y así Carles Pellicer mantenía la alcaldía– y a cambio, los republicanos se aseguraban el apoyo de JxCat en la Diputación de Tarragona.
Sin embargo, esta alianza en el ente provincial no era del agrado de un amplio sector de JxCat en el territorio, que prefería mantener la presidencia de la Diputación reeditando el pacto con el PSC. Una opción para la que los socialistas habían ofrecido todas las facilidades.
Cerrar flecos
Ayer al mediodía se reunieron representantes de los dos partidos
Ayer al mediodía se reunieron representantes de ERC y JxCat para cerrar los flecos del acuerdo. El encuentro tenía que culminar con la difusión pública del documento que avalaba la alianza y dibujaba el nuevo reparto de responsabilidades en la Diputación, con la vicealcaldesa de Reus, Noemí Llauradó, como presidenta.
Pero hasta esta mañana, la nota no ha tenido el beneplácito de JxCat. No en vano, un sector de esta formación (con ocho escaños) defendía a capa y espada renovar el pacto con el PSC (siete diputados) y mantener así la presidencia de la Diputación. Con once diputados provinciales, ERC es el partido ganador pero necesita tres votos más para conseguir la mayoría absoluta del pleno de la Diputación, que se completa con un representante de Ciudadanos. PP y la CUP han perdido la representación que tenían en el ente tarraconense.
Descontento
El sector contrario al pacto esgrime las dinámicas locales
El sector convergente disconforme con el pacto gestado por las direcciones nacionales de ERC y JxCat, ha comunicado su descontento por activa y por pasiva a la cúpula de su partido. Las dinámicas locales y los pactos de ERC en contra de JxCat en algunos municipios han alimentado su tesis. Reus es la excepción. Allí, Carles Pe llicer ha podido retener la alcaldía, cuando el pacto de ERC (con Noemí Llauradó al frente), PSC y la CUP estaba ya gestado en el ámbito local.
El sector de JxCat disconforme con el pacto querría que Quim Nin, alcalde de Albinyana, ex secretario general de Presidència del gobierno de Carles Puigdemont e investigado por el referéndum del 1-O, fuera el presidente del ente provincial. Sin embargo, los partidarios del pacto con ERC defienden una visión más estratégica de país a medio plazo.