La vacuna esterilizadora para hacer frente a la sobrepoblación de jabalís está generando más polémica que consenso entre la comunidad científica y los cazadores. Está en fase experimental desde 2017 y la impulsa la facultad de veterinaria de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) con la finalidad de frenar la reproducción de esta especie y reducir su proliferación. Sin embargo el programa no termina de convencer a los cazadores, que se han sentido atacados y consideran que se les está excluyendo de las políticas contra la superpoblación de esta especie.
“Nos duele que se tire por los suelos el trabajo que estamos haciendo”, lamenta Joaquín Zarzoso, presidente de la Federación de Cazadores de la zona de Barcelona. La agrupación considera que mediante este proyecto se está atacando la imagen de los cazadores, que han sido el blanco de las críticas de grupos ecologistas y entidades animalistas.
El colectivo ha reaccionado a las acusaciones enviando una carta a los Ayuntamientos de Terrassa, Matadepera, Sant Cugat del Vallès y Vacarisses, que participan en el proyecto de la UAB, para advertirles que la vacuna implantada aumentaba la agresividad de los animales y les emplazaba a abandonar el programa ante el riesgo que supone. “El comportamiento del jabalí en general es más agresivo”, apunta Zarzoso.
El portavoz del colectivo defiende que a día de hoy los cazadores son “el único método efectivo para controlar los jabalís” y consideran que el programa de esterilización de la especie es “tirar el dinero”. “Consideramos que no es viable, ya que tendría que vacunarse el 70% de la población”, argumenta.
Las ‘fake news’ que han avivado el conflicto
El texto en el que se apoyaba la carta de los cazadores para advertir de la mayor agresividad se basaba en un estudio de 2005 llevado a cabo en Brasil que la UAB refuta de llano. La institución académica asegura que nada tiene que ver con el proyecto que se está llevando a cabo en el Vallès. “Es una vacuna diferente y no eran jabalís sino cerdos domésticos, que en lugar de estar al aire libre estaban en corrales”, aclara Encarna Casas, Técnica Superior de Investigación de la Facultad de Veterinaria de la UAB. Además, la científica matiza que el estudio de Brasil no habla de un aumento de la agresividad sino de un aumento de las “interacciones” entre los machos del corral.
Casas defiende que la vacuna con la que trabajan en la UAB ha sido estudiada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y también por el Departamento de Salud Animal y de Plantas del Reino Unido, donde también la pusieron a prueba. “En Inglaterra los únicos efectos secundarios que constataron fue que a las hembras les aumentaba un poco el peso”, confiesa Casas.
“Atribuyen a la vacuna el trabajo que hacemos los cazadores”, critica Zarzoso. El representante del colectivo se refiere a una información que se hizo pública en mayo de este mismo año, en la que se apuntaba que la vacuna había permitido reducir en más de 400 ejemplares la población de jabalíes en un solo año. Por su parte, la facultad de veterinaria niega que las cifras hayan sido difundidas por la UAB. “Alguien ha hecho un cálculo basándose en las primeras estimaciones, pero no es una cifra que nosotros hayamos dado”, comenta Casas.
‘Huelga’ de cazadores
‘Huelga’ de cazadores
“Estamos batiendo récords cada año, cazando unos 60.000 jabalís anuales”, explica el representante de los cazadores. Sin embargo, señala que el colectivo está envejeciendo porque no hay relevo generacional y cada vez son menos para asumir una carga mayor de animales. Al mismo tiempo subraya que las cacerías muchas veces son petición expresa de la administración para proteger los cultivos agrícolas y evitar accidentes de tráfico.
La polémica ha llegado a tal punto que algunas sociedades de cazadores de la provincia de Barcelona han decidido no cazar este mes de septiembre ni el próximo mes de marzo, hasta que su tarea sea reconocida por la Administración Pública. “Estamos hartos de la publicación de tantas falsedades y de ataques directos a la caza y a los cazadores”, señala el colectivo.
La facultad de veterinaria de la UAB insiste en que el proyecto que están llevando a cabo es simplemente experimental y que no pretende perjudicar al colectivo de cazadores. “No está pensado para erradicar a los jabalís ni tampoco para acabar con el trabajo de los cazadores”, apunta Casas. Aunque Zarzosa asevera que su colectivo “no está en contra de ningún estudio”, sostiene que los colectivos más críticos con la caza han aprovechado la ocasión para arremeter de nuevo contra ellos.