La brutal paliza que sufrió un joven de 23 años este fin de semana en Amorebieta ha dejado dos focos de atención. El primero y más importante tiene que ver con el estado de salud del joven, que continúa en coma inducido y se debate entre la vida y la muerte. El segundo es el relativo a la investigación: la Ertzaintza ha detenido por el momento a ocho personas, cinco de ellas menores, que formaban parte de una banda violenta autodenominada Los Hermanos Koala.
Alexandru, la víctima de la paliza, ha sido operada en dos ocasiones en las últimas horas, si bien estas intervenciones no han conseguido revertir su situación y continúa en coma inducido. El padre de la víctima indicó este jueves que su estado “es muy grave” y allegados a la familia, residente en Lemoa y originaria de Rumanía, confirmaron la situación de extrema gravedad que vive el joven.
Mientras, la Ertzaintza continúa avanzando con la investigación y no se descartan más detenciones en las próximas horas. A última hora de la tarde de este jueves, cuatro de los detenidos ingresaron en un centro de menores, mientras que el quinto quedó en libertad con cargos. El resto pasarán a disposición judicial en las próximas horas.
El primero de los arrestos se produjo después de que uno de los menores implicados en la brutal agresión se entregase en la comisaria de la Ertzaintza en Erandio, a la que acudió acompañado de un tutor legal con el que había tenido relación en el pesado.
A partir de ahí, en las horas posteriores se produjeron el resto de detenciones en diferentes localidades de la conurbación del Gran Bilbao. Los detenidos tienen entre 15 y 38 años, y algunos de ellos han estado tutelados por los servicios de menores de la Diputación Foral de Bizkaia en el pasado. Todos los jóvenes pertenecen a una banda violenta autodenominada Los Hermanos Koala, un grupúsculo que tiene su precedente en jóvenes de una generación anterior a los arrestados que "se manifestaba también violentamente y en grupo" y que ahora "emerge a través de una generación más joven", según explicó el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka.
El consejero de Seguridad ha indicado que a los detendios se les podría imputar "un intento frustrado de homicidio"
El mayor de los acusados estaría ejerciendo ahora de enlace entre la anterior etapa de la banda y su nueva andadura, que les ha llevado en los últimos meses a protagonizar agresiones y robos con violencia en diferentes localidades vizcaínas. El modus operandi protagonizado en la madrugada del sábado al domingo en Amorebieta lo habían repetido en numerosas ocasiones, acorralando en grupos de unas 10 ó 15 personas a sus víctimas y golpeándolas con brutalidad, casi siempre iniciando la agresión por la espalda.
En el caso de la agresión grupal a Alex, después de rodearlo entre varios miembros de la banda, uno de ellos le lanzó un botellazo una vez que se dio la vuelta y, a partir de ahí, especialmente una vez derribado, le golpearon con un palo y le propinaron numerosas patadas y puñetazos. Una vez inconsciente, le robaron.
Las imágenes han generado una gran consternación en el País Vasco e incluso el lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha referido al caso. “Lo ocurrido sobrepasa cualquier límite tolerable”, indicó.
El consejero Erkoreka señaló ayer que, entre otros delitos, se les podría imputar un "intento frustrado de homicidio". "Habrá que ver cuál era realmente la voluntad de los agresores, si era provocar una lesión o iba más allá, en sintonía con quienes les jaleaban, y pretendían incluso acabar con su vida de manera violenta", indicó.
En todo caso, la investigación, las declaraciones judiciales y, muy especialmente, la evolución del joven Alex marcarán el devenir del caso.