El hallazgo en un barranco de la sierra de Urbasa, en Navarra, de los cuerpos de Txetxo Apestegui, de 54 años, y su hijo Mateo, de siete, apunta a un nuevo caso de violencia vicaria; es decir, a un crimen en el que el progenitor buscaba hacer daño a su expareja a través de su hijo en común. Los dos cadáveres fueron encontrados, este martes por la mañana, en el barranco de Ubaba por el helicóptero del dispositivo de búsqueda activado horas antes para encontrarlos, después de que la madre denunciase la desaparición del pequeño. La investigación sigue abierta, aunque la hipótesis de un accidente está descartada y todo apunta a un crimen.
El informe preliminar de los forenses es revelador. La autopsia no ha hallado tóxicos en sus cuerpos, ni signos de estrangulamiento en el caso del menor; el informe preliminar concluye que ambos fallecieron como consecuencia de la caída. Además, a falta de las conclusiones definitivas, apunta a que el padre habría saltado al vacío abrazando a su hijo, hipótesis que se basa en que el menor tiene menos golpes, probablemente porque el padre había amortiguado la caída.
Vista de la sierra de Urbasa en Navarra, donde un helicóptero de búsqueda ha localizado este martes los cuerpos sin vida de un hombre de 54 años y de su hijo de 7.
Las alarmas en torno a este caso se encendieron cuando la madre de Mateo Apestegui acudió este lunes a recogerlo a su centro escolar en Estella-Lizarra. El menor no había asistido y su madre, separada del progenitor, cursó una denuncia por su desaparición.
La mujer fue interrogada por agentes de la Guardia Civil en torno a la relación con su expareja y dio cuenta de una separación traumática. El padre del menor había sufrido episodios de depresión y había amenazado con suicidarse, justo en la zona del Balcón de Pilatos y el barranco de Ubaba.
De inmediato se activó un dispositivo de búsqueda conformado por efectivos de la Guardia Civil, bomberos y Policía Foral. En pocas horas, el mismo lunes por la tarde, dieron con el vehículo del progenitor, aparcado en la zona del Balcón de Pilatos. La furgoneta tenía las puertas abiertas, las llaves puestas en el contacto y en su interior se encontraban tanto el teléfono móvil del padre como los abrigos de padre e hijo. Transcurrida la noche, a primera hora de la mañana de ayer, el helicóptero de la Guardia Civil que se había unido al dispositivo confirmó los peores presagios. Los cuerpos de padre e hijo se encontraban en el fondo del barranco de Ubaba, en la vertical del lugar en el que había aparcado el vehículo.
Dispositivo policial en la sierra de Urbasa en Navarra, donde un helicóptero de búsqueda ha localizado este martes los cuerpos sin vida de un hombre de 54 años y de su hijo de 7.
Los cadáveres tuvieron que ser recuperados con la ayuda del grupo de rescate e intervención en montaña de Navarra y fueron trasladados al Instituto Navarro de Medicina Legal y Ciencias Forenses. El informe forense preliminar apunta a que el padre se habría lanzado por el barranco abrazando a su hijo. Se trataría, en este sentido, de un crimen machista perpetrado por el progenitor para infligir un daño irreparable a su expareja.
El padre y el hijo fueron vistos el domingo en Ayegui, disfrutando de un partido de fútbol del Arenas, club en el que el jugaba el pequeño y en el que el padre era su entrenador. Ese mismo día, según ha recogido la agencia Efe citando fuentes de la investigación, telefonearon por su cumpleaños a la madre del pequeño. Ya el lunes el menor no asistió a clase.
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