María Chivite busca a Geroa Bai para cerrar su reelección
Próxima investidura
La socialista aspira a una investidura inminente en Navarra y su partido pone en marcha el proceso para la toma del cargo
La socialista María Chivite tiene pie y medio en el palacio de Navarra, aunque el acuerdo final con su socio principal, la coalición vasquista Geroa Bai, se está haciendo esperar. A tres semanas de que concluya el plazo para la investidura, el PSOE ha cerrado un acuerdo con Contigo/Zurekin, coalición que integra a Podemos, IU y Batzarre, y no tendrá problemas en lograr al menos una abstención de EH Bildu, sin descartar su voto positivo. El escollo es, por tanto, el pacto con la formación liderada por Uxue Barkos, que reivindica “medidas que garanticen” el cumplimiento del acuerdo de gobierno.
En las últimas horas se ha producido un acercamiento fundamental entre el PSOE y Geroa Bai. Los socialistas se habían mostrado cicateros con respecto al reparto de carteras y habían hecho llegar una propuesta a la baja a la coalición vasquista. Las negociaciones se llegaron a tensar hasta el límite de la ruptura, y Geroa Bai, coalición que incluye al PNV y Geroa Socialverdes, valoró quedarse fuera del gobierno. Este jueves, sin embargo, las negociaciones dieron un nuevo bandazo. El PSOE enmendó su propuesta anterior y presentó un reparto de consejerías más equitativo, con cuatro departamentos para los vasquistas: Salud; Relaciones Ciudadanas, Euskera y Acción Exterior; Desarrollo Económico; y Desarrollo Rural y Medio Ambiente.
El reparto de carteras cumplía el requisito de Geroa Bai de no perder en comparación con la anterior legislatura: los socialistas, además, garantizarían a esta formación el senador autonómico y una vicepresidencia. El acuerdo parecía casi cerrado, hasta que la parte del PNV en la coalición ha enfriado las expectativas. Reclaman al PSOE garantías de cumplimiento. “Queremos medidas que garanticen que, ante un incumplimiento, hay consecuencias”, señaló la parlamentaria María Solana.
La opción de la repetición electoral ha perdido fuerza tras las elecciones del 23-J, que no han obligado al PSOE a rectificar su política de pactos, y una vez que EH Bildu ha mostrado su disposición a apoyar a los socialistas sin contrapartidas, en caso de amenaza de repetición electoral. Todo apunta a que Chivite será la presidenta de la comunidad foral durante cuatro años más, la duda está en la fórmula de gobierno. La última oferta de los socialistas evidencia que quieren a Geroa Bai en el ejecutivo, pero la coalición vasquista no dará el paso definitivo si atisba la amenaza de que su discurso se diluya y los acuerdos no se respeten.
Geroa Bai llegó a ser la segunda fuerza en Navarra y su líder, Uxue Barkos, alcanzó la presidencia de la comunidad en el 2015 con un discurso alternativo y transversal que ocupó la centralidad en la polarizada política navarra. Desde el 2019, sin embargo, la coalición ha perdido fuelle ante el empuje de Bildu y de un PSOE que gana peso siempre que se aleja de UPN. La formación vasquista sopesa la última oferta socialista para entrar en el gobierno atendiendo al día después de la investidura, pero también a su futuro como proyecto político de aquí a cuatro años. María Chivite espera la respuesta de su predecesora, Uxue Barkos, con la idea de una investidura en menos de diez días.