El gobierno de Pineda de Mar ha suspendido de sus funciones al jefe de la Policía Local, el inspector Carles S.M. por lo que ha tenido que entregar la placa y el arma reglamentaria hasta que concluya la instrucción del expediente disciplinario abierto en base a supuestas irregularidades detectadas en dos expedientes de información reservada. En ellos se alude a una conducta negligente del jefe policial que ha causado perjuicio al Ayuntamiento. El último episodio fue la denuncia de dos agentes a los que, presuntamente el inspector les arrojó un cubo de agua desde el balcón de su domicilio “mientras se reía”.
No es una novedad que el inspector de la Policía Local tuviera supuestas causas pendientes que podían interferir negativamente en la gestión del cuerpo policial. Hace meses, un perfil anónimo surgido en las redes sociales, que se hacía llamar “el justiciero” relataba con detalle muchas de las causas que ahora se acumulan en el expediente, como por ejemplo que hubieran caducado decenas de multas de tráfico porqué no se les había dado trámite, lo que habría evitado que las arcas municipales ingresasen 200.000 euros.
Supuestas inhibiciones en el desarrollo de funciones, falta de adopción de medidas de gestión del cuerpo que dirigía, garantizar el buen funcionamiento del cuerpo de la Policía Local o controlar las dependencias policiales, son alguna de las acusaciones a las que deberá hacer frente el inspector durante seis meses como máximo, lo que podría durar el periodo de instrucción del expediente que se le notificó el pasado . El Ayuntamiento, no ha querido hacer declaraciones hasta que concluya el periodo de instrucción, que llevará a cabo un instructor designado por la Diputació de Barcelona.
Fuentes relacionadas con la investigación han admitido al margen del expediente disciplinario también se investigan otras causas contra el inspector, como la supuesta venta de señales de tráfico antiguas, la presunta desaparición de la recaudación para un acción solidaria, reparar presuntamente su vehículo privado con cargo a los recursos públicos o mantener conductas que reflejan ciertos abusos de autoridad fuera de la jornada laboral.
En la comisaría de la Policía Local de Pineda de Mar, la tensión es palpable entre los agentes, donde muchos afean la conducta de su jefe jerárquico. El último episodio degradante que denunciaron fue hace unos 15 días, cuando desde su domicilio se arrojó un cubo de agua fría sobre dos agentes que patrullaban frente al domicilio del inspector. Los policías denuncian que al mirar hacia arriba observaron en el balcón al jefe de policía que se reía de ellos. Al ser requerido en instancias municipales sobre el hecho y preguntado porqué no había bajado a interesarse por los agentes, aseguran que respondió “porqué hacía frío”.
Por otro lado, el jefe de la Policía Local de Pineda, también está acusado por la Fiscalía de Barcelona, que solicita tres años de prisión, por su participación en los hechos del 1-O del 2017, por presuntas coacciones a dueños de dos hoteles en los que dormían miembros del operativo de la Policía Nacional con motivo del referéndum per la Independència.