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Joyas modernistas del Maresme

Turismo km 0 | 6

El rico patrimonio arquitectónico modernista permite al visitante ocasional de la comarca experiencias culturales únicas mientras disfruta del tiempo libre

CASA MONTANER

Consorci Promoció Turística Maresme

Disfrutar de las playas del Maresme y que una mirada distraída hacia el interior permita descubrir una joya arquitectónica del modernismo, disimulada entre bloques de piso contemporáneos, es uno de los atractivos más asequible para el turista ocasional. La comarca barcelonesa amaga hasta 292 recursos distintos susceptibles de sorprender por la suntuosidad y los elementos decorativos que utilizaban originariamente los que después, a finales del siglo XIX, destacarían como los máximos exponentes del movimiento arquitectónico modernista: Antoni Gaudí, Josep Puig i Cadafalch o Lluís Domènech i Montaner.

La comarca del Maresme enalteció a principio del siglo XIX como lugar de descanso y después de residencia para las familias burguesas de Barcelona, que compitieron entre ellas en opulencia, como queda demostrado en los edificios que se construyeron por todo el territorio. En el Maresme hay municipios con rutas turísticas sobre el modernismo consolidadas, como Canet de Mar, Mataró, Argentona, Alella, el Masnou y Llavaneres. Otras poblaciones, como Arenys de Mar, Arenys de Munt, Caldes d’Estrac, Calella, Malgrat de Mar, Premià de Mar, Premià de Dalt, Sant Pol de Mar, Teià, Tiana, Vilassar de Dalt y Vilassar de Mar, también disponen de recursos turísticos exclusivos para revelar los detalles de la arquitectura modernista, todos ellos detallados en opúsculos promocionales que ofrece el Consorci de Promoció Turística del Maresme.

En la comarca están documentados 292 recursos modernistas, no todos integrados en las rutas turísticas

En la comarca hay 188 casas catalogadas, muchas de ellas integradas en la ruta turística del triángulo modernista clásico que forman los municipios de Mataró, Argentona y Canet de Mar, este último considerado la cuna del modernismo, donde Lluís Domènech i Montaner tenía su estudio y experimentaba con los materiales y maquetas que después trasladaría al hospital de Sant Pau o al Palau de la Música en Barcelona.

En Mataró luce restaurada al detalle la Nau Gaudí, el kilómetro cero del modernismo, la primera obra del reconocido arquitecto, que actualmente acoge la colección de arte contemporáneo de Carmen y Lluís Bassat. Una nave que fascina no solo por ser la obra inicial construida por el que sería el arquitecto de la Sagrada Família, sino por su experimentación con los arcos parabólicos, utilizados por primera vez por el autor de la Casa Batlló o la Pedrera como elementos estructurales. Una solución que se convertiría posteriormente en un elemento clave de la obra gaudiniana.

En Mataró sorprende el gran número de elementos que no siempre destacan en las guías turísticas, como la tienda de Leandre Bonet o el edificio de la Beneficiència de Puig i Cadafalch en la calle Sant Josep. En el museo de la capital del Maresme también recuerdan el paso de Gaudí por la ciudad, con elementos que atraen porque muestran su otra faceta artística, la de diseñador.

Con solo 24 años, Josep Puig i Cadafalch ejerció de arquitecto municipal en Mataró y es allí, en su ciudad natal, donde una ruta turística visita lugares fascinantes como el salón de sesiones del Ayuntamiento, la casa Coll i Regàs o el mercado del Rengle. En Argentona es admirable la restauración y reconstrucción que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de la casa de veraneo del arquitecto, Can Garí, para devolverla al estado original.

En Canet de Mar, el Centre d’Estudis divulga el legado de Lluís Domènech i Montaner y ofrece rutas turísticas que surgen desde la casa museo del arquitecto, para admirar obras como el edificio de la riera Sant Domènec, que preside sin obstáculos visuales las dos ramblas de la población, o la ruta guiada por el cementerio para conocer los panteones modernistas, la visita al castillo de Santa Florentina, ahora más famoso si cabe tras haber sido escenario del rodaje de Juego de Tronos.

En otras poblaciones también surgen elaborados atractivos turísticos entorno al modernismo. En Alella, conjugan el enoturismo con el encanto arquitectónico, con un recorrido audioguiado para conocer obras de Jeroni Martorell o el propio Puig i Cadafalch. La arquitectura alellense ofrece elementos singulares como la sede de las bodegas Alella Vinícola.

Bonaventura Bassegoda i Amigó es otro de los arquitectos del modernismo que, no por desconocido, es menos importante. El Ayuntamiento de El Masnou lo pone en
relieve con un itinerario por alguno de sus edificios más emblemáti-
cos como el Casino o la Escuela de Ocata.