Pese a que no se escucharon las quejas de los vecinos en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, celebrado hace unos días, en el que se aprobó dar el pistoletazo de salida al Gran Premio de Fórmula 1 en la capital española, estos no se van a quedar quietos. Han enviado al Defensor del Pueblo casi 100 quejas, que ha admitido a trámite, por los problemas de ruido y medio ambientales que se van a generar en la ciudad.
Los vecinos de Valdebebas, el barrio más afectado, consideran que las obras del circuito urbano y la celebración del Gran Premio de F1 les van a afectar en su vida diaria. De hecho, ya hay dos informes que recogen, por ejemplo, que el proyecto de José Luis Martínez Almeida supone la desaparición por el recorrido de 549 árboles. De los 66 entidades que presentaron alegaciones, muchas de ellas procedentes de los vecinos, no se tuvo en cuenta casi ninguna, en el citado Plan Especial.
El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, considera que la decisión del Consistorio madrileño “podría repercutir en derechos constitucionales como el disfrute del medio ambiente adecuado (artículo 45) si no se adoptan medidas correctoras”, según la respuesta dada a un particular y recogida por El País.
Oposición al proyecto
El rechazo vecinal es del 53%
La Comunidad de Madrid ya dio un tirón de orejas al propio Ayuntamiento porque el tema ambiental no se recogía de forma correcta en el Plan Especial, aprobado hace unos días y que recoge el marco normativo.
La Asociación Vecinal de Valdebebas ha realizado una encuesta en el barrio y el 53% de los vecinos rechazan el proyecto por “el miedo al ruido, la contaminación y los atascos, que se van a generar”.
La zona más afectada va a ser el entorno de Ifema, donde también se van a ampliar sus instalaciones en 13.600 metros, así como las viviendas al norte de la M-11 del barrio de Valdefuentes. Se estima que las viviendas de la zona sufrirán niveles superiores a los 80 decibelios durante los entrenamientos y la celebración de la carrera, cota que puede molestar mucho en un entorno urbano. Además, durante las obras y posteriormente se generarán “cuellos de botella”, es decir, atascos para acceder al propio barrio, ya que en los días de la celebración del propio circuito habrá bastantes calles cortadas.
Ante las quejas particulares de los vecinos y de las asociaciones vecinales, Gabilondo ha solicitado información al Ayuntamiento de Madrid.