La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a 32 años de cárcel a Jonathan Moñiz, el Piojo, y a 28 años de reclusión a su hermano Miguel Ángel, el Negro, por una serie de delitos cometidos en 2018, antes de su fuga de la cárcel madrileña de Valdemoro.
Los hermanos Moñiz, expertos en butrones y alunizajes, protagonizaron una espectacular fuga en diciembre de 2020 y fueron detenidos dos meses después, en el caso de Jonathan, y seis en el de Miguel Ángel.
Pero antes, en 2018, según ha acreditado el tribunal toledano, tuvieron tiempo de cometer un importante número de delitos, desde robo con fuerza continuado, falsedad documental, receptación, robo con violencia e intimidación, atentado y lesiones hasta tenencia ilícita de armas.
Los jueces han condenado a 32 años y 7 meses de cárcel al Piojo y a 28 años y 4 meses a su hermano, si bien el cumplimiento efectivo no excederá de los 20 años. A sus cómplices los han sentenciado a 8 años y 10 meses de prisión en un caso y 7 años y cuatro meses en el otro.
Todos deberán permanecer alejados de una de las víctimas en el robo de una joyería y no podrán acercarse a ella a menos de 300 metros durante cinco años después del cumplimiento de la pena, y tendrán que hacer frente a indemnizaciones por todos los efectos sustraídos en los diferentes robos cometidos.
La sentencia ha considerado probados los hechos enjuiciados del 26 de septiembre de 2018
La sentencia ha considerado probados los hechos enjuiciados del 26 de septiembre de 2018, cuando sobre las 16:00 horas dos de los acusados, que son hermanos, y al menos otros dos individuos no identificados, se desplazaron a un terreno de la localidad de Pinto (Madrid), propiedad de una mercantil automovilística, donde se apoderaron de cuatro vehículos que se llevaron a gran velocidad.
Después, los dos acusados cambiaron las matrículas a los coches por otras de vehículos también robados, una operación que repetían en cada robo de coche, como el 1 de octubre de ese mismo año, cuando los procesados se hicieron con una furgoneta robada en Getafe (Madrid).
Asimismo, el 5 de noviembre los acusados protagonizaron un asalto a una empresa de logística en Yunquera de Henares (Guadalajara), ocultos sus rostros para evitar su identificación y provistos de armas de fuego, en el que redujeron a un vigilante de seguridad y le llegaron a engrilletar y encañonar en reiteradas ocasiones y al que robaron su arma reglamentaria, y de donde se llevaron distintos dispositivos electrónicos y joyas.
Múltiples delitos
Además, el 12 de noviembre procedieron a otro robo de vehículo en Madrid, y los días 13 y 19 del mismo mes se desplazaron a otro concesionario en la capital de España para robar otros dos coches.
También se consideran hechos probados que el 22 de noviembre utilizaron dos de los vehículos robados y se desplazaron a Córdoba donde perpetraron el robo en una joyería de manera que mientras uno de los acusados esperaba al volante los otros tres se bajaron y abordaron a los trabajadores y les obligaron a tirarse al suelo al exigirles las llaves para apoderarse de todas las joyas que allí encontraron, valoradas en 500.000 euros.
Los acusados regresaron a la localidad de Ontígola (Toledo), donde fueron detenidos no sin antes intentar huir, tanto a pie como en coche, de los agentes de la Guardia Civil, algunos de los cuales resultaron heridos, así como provocaron daños en los vehículos oficiales.