No es un toque de queda pero se le parece una barbaridad. La Comunidad de Madrid ha anunciado la aplicación de nuevas restricciones de movimiento entre la medianoche y las 06.00 horas de forma que se limitan las reuniones privadas en toda la región a los “convivientes” prohibiendo cualquier otro supuesto. Además, los bares y restaurantes tendrán que cerrar también a medianoche, no podrán recibir clientes a partir de las 23.00 horas y en los interiores y en las terrazas el aforo será del 50%. Madrid toma, de esta manera, medidas muy similares al toque de queda solicitado por otras comunidades autónomas, si bien la denominación adoptada desde la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol será la de ‘cierre nocturno’.Estas medidas entrarán en vigor este mismo sábado, cuando finalice el estado de alarma que, a juicio del Ejecutivo madrileño, “ha ralentizado la mejora de los datos epidemiológicos en la región” durante su aplicación en los últimos 14 días.
Así lo ha anunciado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, en la que ha advertido de que las próximas semanas “serán complicadas y no se puede bajar la guardia”, de ahí que haya una “restricción drástica de la actividad social, sobre todo la nocturna“. De hecho, ha añadido, “los establecimientos comerciales seguirán cerrando a las 22.00, y los cines y teatros tendrán el aforo al 50%, así como también las instalaciones deportivas”.
Con todo ello, un viernes más los madrileños vuelven a tener que prepararse, y con apenas 24 horas de antelación, para una nueva batería de medidas restrictivas. La batalla que mantiene la Comunidad de Madrid con el Gobierno en materia sanitaria ha propiciado que los últimos viernes el Gobierno regional haya dado a conocer medidas diferentes a los adelantadas la víspera en los respectivos consejos interterritoriales entre el Ministerio de Sanidad y el conjunto de comunidades.
Ante el laberinto de medidas aplicadas en las últimas 6 semanas, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha justificado su posicionamiento señalando que esto es “distinto” al toque de queda y defiende el horario de 00.00 a 6.00 horas para proteger la economía. “Esto es así porque si lo hiciéramos antes provocaría el efecto contrario y no solo arruinaría a la hostelería, a toda la restauración, sino que las reuniones privadas y las cenas se podrían trasladar a los domicilios”, ha declarado. La jefa del Gobierno madrileño ha defendido que están intentando de esta manera “hacer el menor daño posible a la economía” pero trasladar a los madrileños lo importante que es “dejar ya las reuniones privadas, las fiestas, los botellones” así como las reuniones entre amigos y familiares.
Vuelve la división por Zonas Básicas de Salud
Además de estas restricciones, la Comunidad de Madrid ha decidido implantar de nuevo medidas encaminadas a restringir la movilidad y los aforos en zonas básicas de salud con una mayor incidencia del virus. Las mismas que a juicio del Ministerio de Sanidad eran insuficientes hace 15 días, lo que derivó en el decreto del estado de alarma. De esta manera, a partir del lunes entrarán en vigor restricciones específicas en 32 zonas de distritos de la capital y municipios de la región. Los vecinos de los mismos no podrán salir salvo por causas justificadas, como ir a trabajar, a estudiar o a una consulta médica.
La región madrileña fue la primera en plantear la posibilidad de pedir el toque de queda, pero Ayuso evitó pronunciar este término durante una rueda de prensa celebrada el miércoles en la que planteó “posibles cierres de actividad por horas”, previsiblemente en horario nocturno. Sin embargo, ese mismo día en una entrevista previa el consejero de Sanidad madrileño explicó que la intención del Gobierno regional era establecer un control “más exhaustivo” desde las 0.00 hasta las 6.00 horas con medidas que fueran “en el sentido de restringir la movilidad y la concentración” de personas. Fue precisamente el consejero el que dijo el martes que la Comunidad de Madrid estudiaba pedir al Gobierno la declaración del toque de queda para toda España. Aunque horas más tardes fue desmentido por el consejero de Justicia, Enrique López.
La Consejería de Sanidad notificó este jueves 5.202 nuevos casos de coronavirus, 1.506 de ellos correspondientes a las 24 horas previas, y 43 fallecimientos. Además, 2.525 personas permanecen hospitalizadas tras haberse contagiado, de las cuales 491 están en la UCI.
Se incrementa el despliegue policial para evitar botellones y fiestas privadas
Por tanto, Madrid no aplicará este fin de semana el toque de queda con el que ha amagado en las últimas horas pero desplegará casi tanta Policía como si lo hubiera decretado para intentar poner coto a los botellones y fiestas nocturnas que, según los datos de la Consejería de Sanidad, están disparando los contagios por coronavirus entre los jóvenes de la región. Para ello, la portavoz del Gobierno municipal del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada Sanz, ha vuelto a pedir a la Delegación del Gobierno en la región “mayor implicación”. “Por un lado, hago un llamamiento a la responsabilidad de los más jóvenes, pero también garantizo el refuerzo en la medida de nuestras posibilidades a todos los puntos a los que se pueda llegar.
Sanz ha precisado que es “incuestionable” la implicación y el esfuerzo de la Policía Municipal por erradicar estas reuniones, si bien ha recordado que “Madrid tiene las dimensiones que tiene, la población que tiene, y es muy difícil que la plantilla esté en todos los sitios a la vez”, por lo que considera “importante que se pueda reforzar también la presencia policial”. “Hacemos todos los esfuerzos posibles, pero creo que se puede hacer un esfuerzo de mayor presencia de otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, porque estos botellones nos ponen en riesgo a todos y son un punto a cubrir. Nuestra implicación es, ha sido y será, total y absoluta”, ha manifestado.