Se cierra hoy el año hidrológico y ya se anuncian restricciones en el consumo de agua para la próxima temporada, limitaciones que variarían según las circunstancias de cada zona si bien, a priori, no afectarán a la población. Así lo ha explicado hoy el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, quien ha avanzado que las decisiones últimas deben adoptarlas los Comités de Sequía de cada provincia, órganos “soberanos” que se reunirán esta semana y en los que, además de la administración regional como organismo de cuenca, también están representados otros actores “que tienen mucho que decir”.
“La realidad es terrible. La sequía en Andalucía es preocupante” habida cuenta de que en los últimos meses “no hay llovido prácticamente nada, las temperaturas han sido altas, el nivel de evaporación también” y, por otra parte, el consumo de agua durante el verano “se dispara”. Todo ello ha provocado que los embalses se encuentren a un 29% de su capacidad, mejor que el año pasado pero perpetuando una sequía que la región viene padeciendo durante el último lustro.
Será esta misma tarde cuando se aborde este asunto en el Consejo del Gobierno junto con otros temas tales como una propuesta de “acuerdo de mantenimiento y conservación de presas e infraestructuras hidráulicas de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas en las provincias de Almería y Granada” y el inicio de la tramitación del anteproyecto de la Ley de Montes de Andalucía.
La realidad es terrible. No hay llovido prácticamente nada, las temperaturas han sido altas, el nivel de evaporación también"
Aunque el consejero se ha mostrado cauto y a la espera de los análisis de los comités, lo cierto es que ha dado por hecho que habrá que adoptar medidas para luchar contra la sequía que se ajusten “a la nueva realidad”, si bien ha augurado que la implementación de las mismas no afectará a la población.
Este mensaje de tranquilidad ha ido reforzado, una vez más, con otro sobre un uso eficiente del agua, de manera que cada ciudadano sea consciente de la grave situación existente y actúe en consecuencia evitando su derroche.
Almería y Málaga, los puntos más críticos
De entre el complicado escenario que vive la región con una sequía que se cronifica, la situación de Almería y Málaga es la más preocupante. Aunque, según ha explicado Fernández-Pacheco, este verano se ha podido sobrellevar la situación con el uso de aguas regeneradas gracias a recursos de la Junta que han permitido “dejar descansar” a los acuíferos, el panorama no es nada halagüeño, por lo que se entiende que estas zonas sufrirán las restricciones más severas de aquellas que se impongan para este nuevo año hidrológico, si bien habrá que esperar a que los comités se pronuncien. El consejero ha expresado que las medidas adoptadas por estos organismos con anterioridad “nos han permitido salvar” esta época estival que es “tan importante” en cuanto al consumo de agua, y que ahora “nos enfrentamos” a nueva línea de restricciones "acorde a la nueva realidad”.
Según los datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), los embalses andaluces perdieron la última semana 69 hectómetros cúbicos, y se sitúan ahora al 29,4% de su capacidad total, que alcanza los 11.082 hm3, con una reserva de agua de 3.255 hectómetros cúbicos.
La reserva de agua en Andalucía sigue por encima de la del año pasado por estas mismas fechas, cuando estaba al 19,4% y 2.150 hm3. Así, los embalses andaluces contabilizan actualmente 1.112 hectómetros cúbicos más con respecto a los 2.143 hm3 con los que empezó 2024. En concreto, el agua almacenada en los embalses de la cuenca del Guadalquivir bajó al 30,7% perdiendo 52 hectómetros cúbicos, mientras que la Cuenca Mediterránea Andaluza ha visto cómo pierde ocho hectómetros cúbicos hasta los 274 hm3.
Por su parte, los embalses del Tinto, Odiel y Piedras en Huelva han perdido tres hectómetros cúbicos esta semana, contando con 165 hm3, y siendo la única andaluza que supera la media de los últimos diez años (153 hm3). Por su parte, los embalses de Guadalete-Barbate en Cádiz han perdido seis hectómetros cúbicos de agua.
