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Andalucía y el socialismo taoísta

Cuadernos del sur

Los socialistas, en general, y el PSOE meridional en particular, sellaron en el último comité federal del partido, celebrado hace una semana, el rito de iniciación que conduce, de forma irremediable, al taoísmo. La doctrina de Lao-Tse, surgida en la antigua China milenaria, sostiene que la mayoría de los problemas del ser humano se deben a que las personas utilizan las cosas –y a sus semejantes– para deleitar a su corazón o hacer realidad sus deseos, en lugar de ver los hechos de forma positiva y enjuiciar a los demás de manera entusiasta.

El secretario general de los socialistas andaluces, que nunca ha sido un político de talante osado, fiel su naturaleza quietista, siempre ve el vaso medio lleno y, a veces, hasta rebosante. En el cónclave del PSOE, a cuenta del cupo catalán, que se ha convertido en una controversia nominalista –sin filósofos, pero con demasiados teólogos–, el también portavoz del PSOE en el Senado hizo un discurso favorable y anunció que Andalucía jugará un “papel equilibrador” en la discusión para que la financiación autonómica “sea para todos y no para unos pocos”.

Pedro Sánchez y Juan Espadas en un acto político

EFE

Sus palabras responden a la estrategia de Ferraz de intentar neutralizar el malestar social y político que causa, sobre todo fuera de Catalunya, el acuerdo PSC-ERC: dinamitar el frente crítico articulado por Génova, no sin apuros, con once de las diecisiete autonomías. Espadas apeló a la “diversidad” y a la “solidaridad”, pero sin concretar ninguno de ambos conceptos.

Nadie esperaba nada distinto: la fidelidad del jefe de los socialistas andaluces a Ferraz –que es quien le ayudó a ganar las primarias en 2021– es total y absoluta. Y, por tanto, su juicio sobre las bondades del concierto fiscal en Catalunya se asemeja a la definición misma del Tao:

Javier Fernández y Francisco Reyes, presidentes de las diputaciones de Sevilla y Jaén

PSOE Sevilla

“Antes aún que el cielo y la tierra / ya existía un ser inexpresable./ Es un ser vacío y silencioso, libre, / inmutable y soli(d)tario. / Se encuentra en todas partes / y es inagotable. / Puede que sea la Madre del universo. / No sé su nombre, / pero lo llamo Tao. / Si me esfuerzo en nombrarlo / lo llamo grande. / Es grande porque se extiende” (Tao Te Ching. Cap. 25).

La sumisión de Espadas se comprende perfectamente una vez abierto el melón de su continuidad en Andalucía. Su futuro depende del desenlace del proceso. Que haya dicho que se presentará a las primarias o vaya a ser el anfitrión (orgánico) del Congreso de noviembre no garantiza –más bien todo lo contrario– su permanencia. Dependerá de las alternativas.

'Tao Te Ching'

Alianza Editorial

El jefe de los socialistas meridionales debe mantener la ficción de que va a competir porque a lo largo de su trayectoria política –militante, consejero, alcalde– nunca ha salido de un cargo sin tener asegurado un aposento confortable en otro nuevo destino. Y esa tradición depende de las cábalas que hará Pedro Sánchez este invierno. Una opción es nombrarlo ministro, que es el anhelo de Espadas, pero la cosa puede quedarse en continuar con la portavocía del Senado.

Hasta que esta duda no esté despejada, el secretario del PSOE andaluz no puede abstenerse de la competición. Su problema es que Ferraz baraja distintas opciones, que van desde su sustitución por María Jesús Montero, en caso de que el Congreso Federal alumbre una ejecutiva con muchas caras nuevas, que es la lógica que hasta ahora ha seguido Moncloa, hasta la designación de un candidato ajeno a los anteriores gobiernos socialistas en Andalucía.

Juan Francisco Serrano, secretario adjunto de organización del PSOE federal

PSOE Jaén

Mantener la situación vigente garantiza el control de la organización en el Sur, pero no modifica la situación electoral, sobre la que afectará, sin duda alguna, la tibia posición de los socialistas andaluces acerca del concierto tributario de Catalunya. El PSOE federal tiene que resolver esta ecuación (que es cúbica) como máximo noventa días después del tabernaculum sevillano. Las conversaciones internas no van a tener un único interlocutor, sino varios.

Ferraz no tiene previsto practicar la bilateralidad, al contrario que en Catalunya, en Andalucía. La dirección federal, además de con Espadas, está hablando con las dos únicas agrupaciones provinciales que realmente cuentan con poder institucional: Sevilla y Jaén. De ahí saldrá el nombre del ungido, aunque la decisión tenga después que ser validada mediante primarias.

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El líder del PSOE en Sevilla, Javier Fernández, presidente de la Diputación y uno de los nombres de la quiniela, animó esta semana a los críticos (con Ferraz) a competir con Espadas, al que le brindó su apoyo. Sus palabras indican que los socialistas tienen asumido que a medio plazo –los comicios tocan en 2026, salvo adelanto– su situación no va a mejorar demasiado.

Su objetivo es bastante más humilde: salvar los muebles, mantener la correlación actual y medir el grado real de desgaste del acuerdo PSC-ERC en Andalucía. Una prueba de carga para calcular la resistencia de su suelo electoral. La última encuesta oficial sitúa su intención de voto en el 23%, 18 puntos por debajo del PP. No es buena, pero puede ser muchísimo peor.

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De ahí que sea posible incluso una candidatura coral, compartida y hasta por fases: ahora una designación (temporal) de la jefatura del partido y otra, más tardía, para la presidencia de la Junta de Andalucía, una hipótesis que se aleja de la fórmula que prefiere y defiende Espadas, cuya continuidad implicaría que Ferraz da por perdida la situación del PSOE en Andalucía.

Aquí es donde cobra relevancia la opinión del PSOE de Jaén, a cuya obediencia responde otro de los nombres en liza: el diputado Juan Francisco Serrano, actual adjunto a la secretaría de organización en la dirección federal y miembro de la embajada socialista que, a las órdenes de Santos Cerdán, negoció con Carles Puigdemont la polémica ley de amnistía.

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Serrano fue durante cinco años alcalde de Bedmar y Garcíez, un pequeño municipio de 2.600 habitantes situado en Sierra Mágina que, además del escenario imaginario de algunas novelas de Antonio Muñoz Molina, es la localidad natal de Francisco Reyes, secretario provincial del PSOE y presidente de la Diputación de Jaén, que le antecedió en este mismo cargo.

Pedro Sánchez tendrá la última palabra. Lo que es evidente es que, si el PSOE se hundiera en Andalucía y no lograse atraerse a los votantes situados a su izquierda –divididos entre lo que queda del antiguo Podemos y Sumar tras las guerras civiles entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz–, mantener activa en el tiempo la actual mayoría parlamentaria parece imposible.

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Los taoístas creen que en la naturaleza existen dos fuerzas: una activa y otra pasiva. Ambas son las caras de la misma moneda. El Yin y el Yang o, por decirlo a la manera (poética) de Lao-Tse, la ladera luminosa de la montaña y su faz oscura, las dos caras del Tao (camino).