Míriam Solé Solà, la payasa Mim, es educadora social y altavoz de la juventud de su pueblo, El Palau d’Anglesola, donde impulsó el ‘Consellet Adolescent un órgano de participación de adolescentes que organiza actividades en el pueblo.
Está convencida de que el Consellet ha permitido dar voz a adolescentes que no estaban muy integrados en colectivos de jóvenes además de facilitar iniciativas como bautizar un parque con el el nombre Parc dels Drets i Deures de la Infància i Adolescència. “Me gustaría _afirma_ que hubiera Consellet adolescent por toda Catalunya”. Es una de las mujeres del proyecto Lleida, terra de dones transformadores, una iniciativa de la Delegació del Govern.
“Las personas adultas _asegura_, decidimos por los jóvenes, actuamos con 'adulcentrismo', eligiéndoles, por ejemplo las actuaciones musicales en fiestas y luego nos extrañamos de que no participen, no lo hacen porque no les hemos dejado elegir. Para ella, el Consellet “es como un mini ayuntamiento, con personas de entre 12 y 17 años, que se ha consolidado como un órgano de participación”.
La juventud de su pueblo ha dado a conocer el proyecto en redes sociales. A través del Consellet, por primera vez entraron jóvenes en un pleno ordinario de una administración local de 2.500 habitantes. “Para las chicas y los chicos _cuenta_ fue una sorpresa saber que podían proponer sus iniciativas al Ayuntamiento, llevar sus ideas y que se les escuchara, convencerse de que les podían hacer caso, es un trabajo de impacto”.
El Consellet recibió en 2020, uno de los Premios Civismo de la Generalitat, el Premi Jaume Ciurana, por el empoderamiento de la juventud, por sus campañas de voluntariado y por sus iniciativas de ocio y de respeto por la naturaleza.
Míriam Solé ha estado compaginando el apoyo al Consellet con su trabajo como educadora social en el equipo de prevención y mediación del Espai jove intercultural del Ayuntamiento de Mollerussa y también con su intensa actividad como payasa de proximidad en Lleida casi siembre con su amiga la payasa Mum, Lluisa Sabaté Oliva. Con Mum empezó sus primeras payasadas cuando retomó los estudios que había abandonado por un empleo en una industria cárnica, un trabajo duro en el que se Miriam se convenció de que le convenía más volver a estudiar que continuar en el sector cárnico.
Cuando actúa en el Correllengua, en FiraTàrrega, a las residencias de mayores, en las que actúa o al Figa Fest, el festival transfeminista de Lleida Miriam Solé es una payasa rebelde con experiencia, como educadora social, en centros de menores, en pisos para jóvenes o en un centro de salud mental para la infancia. Es la maestría que ha volcado en el Consellet.