El Ripollès es una de las comarcas con mayor índice de envejecimiento. Un programa social, coordinado desde el CAP y el Consorci de Benestar Social, organiza unos talleres prácticos con grupos reducidos para fomentar el envejecimiento “activo y saludable” que está teniendo mucho éxito. Una de las instructoras, Arantxa Aguerri, explica a ACN que el objetivo final es “prevenir la fragilidad asociada con la edad trabajando aspectos como la alimentación”.
Son personas mayores de 65 años, con sus dolencias y, algunas también con soledad no querida. Una de las participantes es Montserrat de 85 años, que enviudó hace dos años: “Me va muy bien porque los viernes tengo una obligación -el taller- y después voy a dar un vuelo y ya he pasado la mañana”.
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Sesión del programa de bienestar para mayores.
Cada viernes, una decena de vecinos y vecinas de Camprodon y sus alrededores se encuentran para asistir al taller. Trabajan aspectos como la actividad física o cómo trabajar su autonomía personal a medida que pasan los años. En total son 12 sesiones -una por semana- y ya están en la fase final.
Entre los asistentes se encuentra Marta, de 65 años, que hace una valoración muy positiva desde que su doctora del Centre d'Atenció Primària (CAP) le propuso participar. “Aprendes cosas nuevas y también ves a personas que están pasando por lo mismo que tú y eso ayuda a normalizarlo”, afirma.
En su caso, el principal reto fue gestionar la soledad cuando se quedó viuda. “Lo que me ha traído más quebraderos de cabeza es eso, perder la compañía, entrar en casa y encontrarte sola”, explica.
Pasar por el taller le ha ayudado a socializar y hacer nuevas amistades, uno de los aspectos más importantes del programa, según destaca Arantxa Aguerri, referente de Benestar Emocional del ABS de Ripoll y Camprodon y una de las instructoras.
“Aparte de aprender hábitos saludables también hacen un vínculo social; ha pasado que se ha terminado la actividad pero siguen haciendo cafés, van a andar juntos y se hacen amistades”. Según dice, en el Ripollès hay muchas personas que ya se conocen de toda la vida, pero también las hay que tenían una segunda residencia y han decidido trasladarse a ellas para tener una vida más tranquila.
Vivir en un pueblo tiene muchas ventajas, según dice, y este programa quiere romper con la idea de que “para poder hacer cosas debes ir a una gran ciudad o a una de población media”, afirma Aguerri.
De hecho, el programa nació hace ahora tres años en Ripoll como prueba piloto junto a otros puntos de Catalunya y, desde entonces, que no han parado de abrir grupos por la demanda que existe. “Nos lo hemos hecho nuestro y apostamos por ofrecerlo a otras poblaciones del Ripollès”, afirma con orgullo, señalando que es uno de los programas “estrella” que ofrecen.
Buscar alternativas a la medicación
Una de las claves, afirma, es la coordinación con Salut para “prevenir más que medicar”. “Que el médico no te prescriba una medicina para poder dormir por las noches, sino ampliarlo a nivel comunitario y buscar lo que provoca el insomnio”, explica Aguerri.
Desde esta nueva mirada se le puede ofrecer hacer yoga, realizar más ejercicio o participar en el taller para incorporar nuevos hábitos saludables y, de paso, hacer vida social y ganar en bienestar.
Aprender a “ir plegando velas”, como dice Agustina de 86 años, es otro de los retos de las personas que han sido muy activas y que, con los años, ven que deben dejar de hacer cosas. vive sola y todavía “se siente capaz de hacerlo todo”.
“Aún conduzco, camino más lenta, pero tengo la cabeza muy clara y no me puedo quejar de mi estado”, dice.
Cada semana queda con las amigas, va al mercado y al cine. “De momento no necesito a nadie más”, asegura, deseando poder continuar así muchos más años.
Ayudar a abrir la mente y no conformarse
A Eulogio, de 81 años, lo que más le gusta del programa es que le está ayudando a “abrir la mente”. A su edad, cree que existe el peligro de conformarse y de “cerrarse en uno mismo”. Se ha fijado como objetivo “seguir mejorando y no caer en el pesimismo”: “No puedes decir 'yo lo haré igualmente (cuando se recomienda ajustar la dieta) y entonces el médico ya lo arreglará', no”.