El poblado ibérico del Turó Redó de Lloret de Mar, en la Selva (Girona) cuenta con una nueva casa completamente recreada a partir de la reconstrucción experimental.
Se ha hecho a partir de los materiales y las técnicas que utilizaban los íberos en ese momento, ya que el poblado tan sólo conservaba la base de la edificación, que estaba hecha de piedra. Según apuntan los arqueólogos, el yacimiento se fundó en el siglo III a. C. y quedó en desuso en el siglo I a. En el 2016 se reconstruyó una de las casas para que el visitante entendiera cómo era la vida doméstica de los antepasados y ahora se ha optado por recrear una casa que tenía usos militares.
Dentro hay recreaciones de armas que utilizaban los íberos así como algunas ánforas y comida de la época.
El Turó Rodó es un poblado íbero que se fundó en Lloret de Mar en el siglo III antes de Cristo. Se encuentra junto a Sa Caleta, al final del paseo marítimo y en 2004 el consistorio decidió excavar todo el yacimiento para investigar qué había en el lugar y conocer la historia del poblado.
En ese momento se encontraron ocho casas en el poblado y en 2016 el ayuntamiento decidió reconstruir una de las casas encontradas para que el visitante pueda hacerse una idea de cómo era la vida de los antepasados ibéricos en esta pequeña población costera.
Ahora, se ha recreado una segunda casa y mejorado el acceso al yacimiento. La idea del Ayuntamiento es que el visitante pueda ver de forma libre, con una visita guiada o con una teatralizada como era la vida de los íberos que habitaban en este poblado.
El arqueólogo, Jordi Morer, ha explicado que en 2017 se apostó por recrear la primera casa y dentro poner utensilios que contribuyeran a mostrar cómo era la vida doméstica.
Los visitantes podían ver qué alimentos tenían en aquella época, cómo funcionaba el horno de pan y cómo se distribuía una casa. Morer ha detallado que la edificación permite realizar “mucha pedagogía” tanto en pequeños como en grandes.
Por eso ahora se ha optado por reconstruir otra casa y en este caso, en el interior han puesto muchos objetos bélicos, como espadas o escudos que los íberos utilizaban.
Morer detalla que intentan mostrar la evolución de las armas que tenían en ese poblado, puesto que si bien al principio eran más rudimentarias, el hecho de convertirse en “mercenarios” de romanos y griegos les ayudó a profesionalizar las armas. También están expuestas varias ánforas que permiten entender que en este poblado se hallaron restos de ánforas con cerveza o vino de diferentes procedencias.
Morer considera que hay otros muchos aspectos del poblado que podrían explicarse en un futuro, como la función monetaria que había.
La concejala de Patrimonio de Lloret de Mar, Marina Nicolàs, detalla que los elementos de atrezzo colgados se pueden poner y quitar “en función del discurso que se quiera explicar” y por eso plantea que estas dos edificaciones recreadas pueden ir cambiando los usos en función del discurso de musealización que quieran darle.
Reconstrucción experimental
El arqueólogo Jordi Morer ha explicado este miércoles que la reconstrucción de las dos casas del poblado íbero se ha realizado a partir de técnicas manuales, imitando el sistema que utilizaban los habitantes del yacimiento.
Han cogido la base de piedra que tenían las dos edificaciones y han puesto “una malla azul” que marca la diferencia de los restos hallados con otras piedras que han añadido en la reconstrucción.