Los alcaldes de Calonge y Palafrugell piden volver al toque de queda

Costa Brava

Balance "insostenible e inaguantable" del primer fin de semana sin toque de queda en ambas poblaciones

Archivo

Aspecto de la playa de Sant Antoni de Calonge en una imagen del año pasado

Pere Duran / NORD MEDIA

Aglomeraciones de 250 personas y botellones en las playas, robos con violencia, denuncias por consumo y tenencia de drogas, una pelea multitudinaria con cuatro heridos, vecinos y turistas que no han podido pegar ojo en toda la noche y destrozos en la vía pública por valor de 30.000 euros… Son algunas de las “consecuencias” del primer fin de semana sin toque de queda en Calonge i Sant Antoni, en la Costa Brava, que el pasado jueves el Govern sacaba, junto a otras localidades como la también turística Palafrugell, de la lista de municipios con confinamiento nocturno entre la 1 y las 6 de la madrugada por los buenos datos de transmisión de la pandemia.

Tras el balance “insostenible e inaguantable”del primer fin de semana, la petición del alcalde de Calonge, Jordi Soler, era tan clara como paradójica. “Pido a la Generalitat que nos vuelva a confinar de forma inmediata”, reclamó ayer en rueda de prensa. Una petición que también ha recibido el Govern por parte del Ayuntamiento de Palafrugell.

Pido a la Generalitat que nos vuelva a confinar de forma inmediata"

Jordi SolerAlcalde de Sant Antoni de Calonge

Ambos destinos turísticos, que han cerrado sus playas en horario nocturno, quieren evitar aglomeraciones y el efecto llamada, que no cesa. En Palafrugell, durante las dos últimas noches han tenido que cerrar la entrada de vehículos de municipios vecinos que llegan al filo de la medianoche con ganas de fiesta.

Y en Sant Antoni de Calonge llegan jóvenes de otros municipios próximos que sí cuentan con toque de queda y también oportunistas que han visto en las masificaciones el lugar ideal donde pasar desapercibidos en la comisión de delitos. “Han venido grupos de Girona, Salt y Sarrià de Ter aprovechando la masificación”, explica Soler. Según datos de la policía local de Calonge, durante estos días se han registrado seis robos, tres con violencia; se han practicado cinco detenciones, la policía ha intervenido en dos desalojos masivos en el espigón, se han intervenido 15 botellas de alcohol así como tres altavoces bluetooth.

Los desperfectos en la vía pública, que suben a 30.000 euros, incluyen la rotura de 90 difusores y 80 aspersores de riego, cuatro balizas de alumbrado público y la rotura de cristales de la escuela La Sínia. Soler explica que todo eso ha ocurrido con siete veces más patrullas que en un fin de semana habitual. A las cinco de la policía local se le sumaron dos de los Mossos d’Esquadra.

Este fin de semana ha habido desperfectos en la vía pública de Calonge por valor de 30.000 euros

También Palafrugell, que suma a diario entre 30 y 40 denuncias por botellones en las calles o en las playas, ha incrementado su presencia policial. Aquí el problema añadido son los núcleos dispersos de Llafranc, Tamariu y Calella de Palafrugell, que hace muy difícil el control de los botellones nocturnos en todas las calas.

Todo esto, en medio de quejas de vecinos y turistas que no pueden descansar. Teresa, una vecina de Sant Cugat del Vallès que veranea desde hace años frente al paseo marítimo de Sant Antoni de Calonge, explicaba que lo que presenció este fin de semana no lo había visto antes.

“En la playa había tanta gente como en una fiesta mayor; la policia local echaba a la gente y al momento volvían”, explica. Pudo dormir porque cerró todas las ventanas y bajó las persianas. Si no hubiese sido imposible. Soler reconoce que la etiqueta de “turismo familiar” puede haber quedado tocada con este episodio. “Hemos recibido quejas de clientes de hoteles y apartamentos que aseguran que no han podido dormir hasta las 4 de la mañana”, se lamenta.

Algunos hoteleros defienden la petición de toque de queda del Consistorio. Germán Castro, director del hotel Aubi, asegura que “desórdenes y situaciones que alteren el descanso perjudican al sector hotelero” de la zona, cuyo principal cliente es el familiar.

También Mont-ras pide el toque de queda para evitar botellones. En declaraciones a la agencia ACN, su alcaldesa, Vanessa Peiró, denunció ayer concentraciones de hasta 100 vehículos, casi diarias, organizadas a través de las redes sociales para hacer botellón.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...