El Hospital Dr Josep Trueta de Girona ha adquirido un robot quirúrgico da Vinci de última generación. El nuevo modelo quirúrgico está consolidado en los tres servicios (Cirugía General, Urología y Ginecología) donde se han empezando a hacer este tipo de intervenciones. A partir de noviembre, también se empezará a utilizar para operar algunos cánceres de cuello. Hasta ahora, con la cirugía convencional, sólo se podían extraer por la boca los tumores que eran pequeños. Con el nuevo robot, se podrán sacar los mayores por vía transoral, con una intervención menos invasiva y con menores secuelas.
El Hospital Trueta hizo el 10 de abril la primera operación con cirugía robótica. Durante estos siete meses, el centro ha realizado 50 intervenciones: 21 en cánceres urológicos; 16 de ginecológicos y 13 de tumores de colon y recto. A partir de noviembre, se empezará a utilizar también para determinados cánceres de cuello.
El hospital ha adquirido la última versión del robot da Vinci, el Xi, que es más versátil que el modelo que se ha estado utilizando hasta ahora, y llegó al centro en régimen de préstamo.
El da Vinci Xi (IS4000) es la plataforma más evolucionada destinada a la cirugía mínimamente invasiva. Su tecnología innovadora y precisa hace que el sistema robótico sea muy adaptable y versátil. La principal diferencia entre el robot que había hasta ahora en el Trueta y el actual es que los brazos pueden hacer un movimiento de rotación sobre sí mismos, lo que permite cambiar de campo quirúrgico sin necesidad de mover al paciente. Esto supone un gran avance, sobre todo para determinadas operaciones de cáncer de colon y de cáncer ginecológico.
Entre las novedades que incorpora el nuevo modelo también está el hecho de que permite utilizar la técnica de verde de endocianina, un colorante fluorescente que se extiende a los tejidos y que permite identificar los ganglios centinelas (los primeros donde se encuentran las células tumorales) en diferentes tipos de tumores. Asimismo, permite valorar el estado de la vascularización de las anastomosis intestinales; es decir, conocer el estado de la irrigación de las conexiones intestinales que han realizado los cirujanos.
Con este sistema, el profesional no opera directamente sobre el paciente, sino que lo hace a distancia, sentado en la consola desde donde mueve virtualmente unas pinzas. La visión tridimensional, con un aumento de hasta 10 veces, le permite trabajar con una gran precisión y realizar intervenciones quirúrgicas complejas. El sistema traduce los movimientos de sus manos en impulsos que son transmitidos de forma literal los brazos robóticos, lo que permite llegar a zonas de difícil acceso.
El Trueta es el primer hospital de la Región Sanitaria Girona que ha incorporado la cirugía robótica. La intención es que una vez implantada plenamente este sistema, se puedan hacer unas 150 operaciones al año.