El nuevo Parlamento gallego se constituye con el PSOE supeditado al BNG
Galicia
La undécima legislatura autonómica de Galicia comenzó este viernes bajo el ampliado dominio del PP y con sólo tres grupos, frente a los cinco que llegó a haber desde el 2012
Al no alcanzar el umbral de los 15 escaños, los socialistas necesitan del concurso del Bloque para emprender las iniciativas parlamentarias de mayor calado
Con tres diputados nacionalistas como miembros de la mesa de edad, el undécimo Parlamento de Galicia se ha constituido este viernes, con la posición de preponderancia del BNG sobre el PSOE en la oposición como gran novedad operativa, junto con la desaparición del espacio de los comunes y la ampliación en un escaño de la mayoría del Partido Popular de Alberto Núñez Feijoo. Ese diputado, que el PP le arrebató al PSOE en el recuento del voto exterior, deja a las socialistas sin el número de firmas suficientes para pedir comparecencias, solicitar plenos extraordinarios, proponer comisiones de investigación o presentar mociones de censura.
En la anterior legislatura, con 41 diputados del PP, 14 del PSOE, 6 del BNG y 14 de En Marea, que se dividieron en dos grupos, no había ninguna fuerza de la oposición que por sí sola llegase al umbral de los 15 escaños, una quinta parte de la cámara, que se exigen para emprender las iniciativas de mayor calado, lo que obligaba a contar con el concurso de dos formaciones. En la noche electoral del 12 de julio, con 41 diputados del PP, 19 del BNG y 15 del PSOE, las dos fuerzas de la oposición superaban ese umbral.
Diputados
Así queda el Parlamento de Galicia: 42 PP, 19 BNG y 14 PSOE
Sin embargo, el reparto definitivo, con el que se ha constituido este viernes la cámara parlamentaria gallega, de 42 PP, 19 BNG y 14 PSOE, propicia que los socialistas dependan del BNG para efectuar los trámites en los que se requiere el mínimo de 15 diputados. Es la primera vez que se da esta circunstancia, pues en la ocasión anterior en la que el BNG adelantó al PSOE, en 1997, el primero tenía 18 escaños, mientras el segundo contaba con 15, aunque hubiese dos diputados, los de la Esquerda de Galicia de Anxo Guerreiro, que se fueron al grupo mixto, desde donde siguieron colaborando con los socialistas.
Los precedentes de la anterior legislatura y las votaciones de este miércoles para la composición de la Mesa del Parlamento anuncian por ahora una pauta de colaboración en la oposición. Aunque el BNG estaba en condiciones aritméticas de copar los dos puestos que no le corresponden al PP, los nacionalistas apostaron por la tradición de repartirlo entre las fuerzas progresistas. Esa dinámica se rompió en el 2012, cuando el PSOE de Pachi Vázquez se quedó con las dos plazas y no entraron ni el BNG ni la Alternativa Galega de Esquerda (AGE), la alianza de Xosé Manuel Beiras con la Esquerda Unida de Yolanda Díaz que posteriormente, ya con Podemos, dio lugar a la creación de En Marea.
Este viernes se escenificó la desaparición de ese espacio, que se presentó a las elecciones del 12 de julio bajo la marca de Galicia en Común-Anova-mareas y que se quedó sin diputados, debido a la barrera provincial del 5% de los votos válidos, que le impidió tener la representación que sin ese umbral habría alcanzado por A Coruña y Pontevedra. Así, el
Parlamento gallego se vuelve a simplificar de forma muy considerable, ya que tanto en la legislatura del 2012 como en el 2016 el espacio de los comunes se había roto, creándose el mixto. Por esta vía llegó a haber cinco grupos. Ahora hay de nuevo tres, el mínimo posible en el ecosistema político gallego, como en las legislaturas de 1993, 1997, 2001, 2005 y 2009.
El dato fundamental de la cámara legislativa gallega reside en el número de diputados del PP, que con 42 iguala su segundo mejor resultado en diputados, el de 1997, sin alcanzar el máximo de 1993, aunque en estos dos casos los populares, con Manuel Fraga al frente, superaron el umbral del 50% de los votos, algo que Feijóo no ha conseguido. Pero sí ha logrado encadenar cuatro mayorías absolutas, como Fraga. Así, en once legislaturas, el PP ha tenido al menos la mitad más uno de los escaños en ocho. En otras dos hubo una mayoría plural del centroderecha y sólo una vez, en el 2005, del centroizquierda.
El atrezo de la jornada
Rosas, claveles y ejemplares de ‘Sempre en Galiza’
Los populares exhibieron su hegemonía numérica como único pero contundente atrezo. Los diputados socialistas llevaban rosas rojas, mientras los del BNG portaban claveles del mismo color y ejemplares del Sempre en Galiza de Castelao. Los utilizaron para prometer sus cargos por imperativo legal y al servicio de la nación gallega, según la fórmula que instauró Xosé Manuel Beiras en 1985.
La reelección del “baltarista” Miguel Santalices como presidente del Parlamento, así como el mantenimiento en la vicepresidencia primera de Diego Calvo, presidente provincial del PP de A Coruña y próximo a Pablo Casado, sin una vez más acceder a un puesto relevante en la Xunta, muestran que en el arranque de su cuarto mandato Alberto Núñez Feijóo apuesta por el continuismo.