Jordi Martí Galbis (Barcelona, 1961) ocupa desde hace unos meses la presidencia del grupo municipal de Junts per Barcelona. Sustituyó en el cargo al que durante más de 20 años fue el referente de la formación nacionalista en el Ayuntamiento de la capital catalana, el exalcalde Xavier Trias. Muy crítico con las políticas desarrolladas por el actual alcalde, el socialista Jaume Collboni, Jordi Martí es partidario de que su partido define muy pronto quién ha de encabezar la reconquista del poder municipal en las elecciones del 2027 y se postula claramente para ello.
Esta semana, Junts per Barcelona, há dejado atrás la marca Trias. ¿Más allá del nombre y el logo del grupo qué ha cambiado desde la marcha del exalcalde?
Desde el momento en que, el pasado mes de julio, Xavier Trias deja el Ayuntamiento somos conscientes de que hemos de iniciar una nueva etapa, mirar al futuro. El trabajo y los valores de Trias y todo el trabajo que hemos hecho como equipo siguen iluminándonos. El programa con el que nos presentamos a las elecciones del 2023 constituye un contrato sagrado con la sociedad, pero es evidente que hemos de mirar hacia el 2027, en primer lugar porque el mandato del alcalde Collboni no funciona, tenemos muy claro que este mandato dará muy poco de sí. Por eso, estamos trabajando nuevas propuestas para que en mayo del 2027 se pueda dar el cambio que no fue posible en 2023.
Ustedes dicen que Collboni ha dado continuidad a las políticas de Ada Colau, pero de momento no ha podido aprobar con los comunes, por la vía ordinaria, sus dos primeros presupuestos del mandato.
Hay una aparente contradicción, pero lo cierto es que Jaume Collboni, tras las elecciones del 2023, rechazó la colaboración de Junts y dijo que quería gobernar con comunes y ERC. Las políticas que lleva a cabo son de continuidad respecto a las de Colau. Si acaso se diferencia en el estilo, en un talante más amable, pero sigue practicando el coluaismo sin Colau. Collboni y su decisión de ocupar la alcaldía a cualquier precio, sin programa de gobierno, sin proyecto de ciudad y sin apoyo suficiente para gobernar, están haciendo que este sea un mandato perdido, y eso perjudica a la vida de los barceloneses y barcelonesas. La ciudad no fuinciona. Collboni no es de fiar, ha defraudado a muchas gente que creyó en él. Dijo antes de las elecciones que no pactaría con Colau y pactó, y después de las elecciones ha decidido que todo siga igual.
El pecado original
“La decisión de Collboni de ocupar la alcaldía a cualquier precio está haciendo que este sea un mandato perdido”
El obstáculo que ha impedido el acuerdo entre PSC y BComú es la disparidad de criterios en torno a la reserva del 30% para vivienda protegida. Si Collboni se anima a revisar esta norma, ¿cuál será la postura de Junts?
El punto de partida es un fracaso político y personal del alcalde Collboni, que no es capaz de aprobar ninguno de sus presupuestos por la vía ordinaria y con sus socios. Esto evidencia debilidad e incapacidad para llegar a acuerdos. ¿Qué pasará a partir de ahora? Dependerá del señor Collboni, que ha demostrado ser muy poco fiable. Nosotros siempre hemos estado dispuestos a hablar y negociar y seguimos estando abiertos al diálogo y las negociaciones con el gobierno y con otras fuerzas de la oposición, ya sea para la modificación del planeamiento urbanístico de la reserva del 30% o para otras cuestiones que se deriven de nuestro compromiso electoral.
Desde su punto de vista, ¿qué hay que hacer con el 30? ¿Eliminarlo? Modificarlo a la baja? ¿Buscar otra fórmula?
Estamos a favor de su mantenimiento pero con unas condiciones nuevas, modificando el planeamiento, flexibilizándolo para facilitar que esta medida sea efectiva porque hasta ahora no se ha podido llevar a cabo por la negativa de los operadores. Pero no sabemos si Collboni está dispuesto realmente a negociar.
La norma del 30%
“Estamos a favor de su mantenimiento pero con unas condiciones nuevas, flexibilizándola para que sea efectiva”
¿Si en cuestiones como el 30% o la ordenanza del civismo Collboni no puede llegar a acuerdos con BComú y ERC es muy probable que llame a la puerta de Junts, se la abrirá?
Como planteamiento general estamos dispuestos a negociar en beneficio de la ciudad, peor lo que no podemos aceptar es que el señor Collboni pacte una semana con comunes y ERC y a la siguiente pretenda hacerlo con Junts. No puede esperar a que le salvemos los muebles. Eso no pasará.
¿En lo que se refiere a la ordenanza del civismo hay posibilidades de acuerdo?
En Barcelona la convivencia no funciona y eso es culpa de los gobiernos de los últimos 10 años, que han sido incapaces de hacer cumplir las ordenanzas. Estamos abiertos a negociar una ordenanza reformada que ponga orden a una ciudad desordernada, sucia, oscura, que no funciona.
En uma reciente entrevista Janet Sanz decía que los comunes querían gobernar Barcelona desde la oposición. ¿Junts también?
Estamos en las antípodas de los comunes, pero hay que reconocerles que, efectivamente, están gobernando en cierto modo desde la oposición. El señor Collboni, voluntariamente, está atado de pies y manos a las prioridades que le marcan los comunes. Nosotros no queremos gobernar desde la oposición sino contribuir a que la ciudad funcione.
¿Sigue pensando que la mejor fórmula de gobierno para Barcelona hubiera sido un acuerdo entre Junts y PSC?
Si en su momento hubiéramos llegado a un acuerdo en base a nuestras prioridades como fuerza ganadora de las elecciones seguro que el mandato hubiera sido muy diferente. Hubiéramos aprobado los cuatro presupuestos del mandato, hubiéramos acabado con los ocho años de plomo de Ada Colau y hubiéramos tenido una estabilidad y una mayoría de la que se beneficiaría la ciudad.
El proyecto de Junts per Barcelona sin Trias requerirá un liderazgo. ¿Cuándo se resolverá la incógnita del alcaldable?
Como grupo municipal y como partido en Barcelona coincidimos en la necesidad de abrir este proceso y definir en torno al próximo mes de mayo el liderazgo electoral del 2027. Esa es nuestra hoja de ruta, pero entendemos que la dirección estratégica de este proceso no es exclusiva del grupo municipal, corresponde también a la dirección de Junts per Catalunya.
Usted se postula para ser el próximo candidato a la alcaldía.
Este proceso está abierto. En este momento me limito estricta y exclusivamente a ejercer la presidencia del grupo municipal. No me descarto y estoy en disposición de dar ese paso adelante, como lo están otros compañeros. El nuestro es un grupo muy potente, el mejor equipo del Ayuntamiento.
Candidato 2027
“En torno a mayo habrá que definir el liderazgo electoral; estoy en disposición de dar ese paso adelante”
¿Qué papel tendrá Puigdemont en la elección del candidato?
Muy importante porque es el presidente del partido y es consciente de la importancia de Barcelona y de volver a ganar las elecciones. También tendrá un papel decisivo la ejecutiva nacional y el secretario general, Jordi Turull. Y si el partido decide abrir un proceso de primarias yo estaré en disposición de presentarme.
El de la vivienda ha emergido como principal problema de Barcelona junto a la inseguridad. ¿Cuál es la fórmula de Junts para paliarlo?
Juntamente con los componentes de los grupos en el Parlament y en el Congreso presentamos 25 medidas para afrontar el problema de la vivienda y para encontrar una solución que no será inmediata. Hay que pasar página de las políticas, leyes, reglamentos y medidas urbanísticas aprobadas en los últimos 10 años y hay que decirle la verdad a la gente, explicar que durante mucho tiempo habrá que invertir muchos recursos públicos y que a medio plazo este problema no comenzará a resolverse. Hay que flexibilizar las medidas para dinamizar el mercado e incentivar la oferta. Cuantas más decisiones se tomen para constreñir el mercado más subirán los precios.

Jordi Martí, en su despacho en el Ayuntamiento, durante la entrevista concedida a La Vanguardia
Una de las medidas que se han vinculado a las políticas de vivienda es la decisión del alcalde Collboni de eliminar los apartamentos turísticos a finales del 2028. ¿ La considera viable?
No. Como he dicho antes hay que hablar claro y decir la verdad, y el señor Collboni a menudo miente y sabe que esta medida no es viable ni efectiva. Hay 10.000 licencias de viviendas de uso turístico pero no más de 6.000 0 7.000 están operando en este momento. Esos 10.000 pisos representan el 1% de las viviendas de Barcelona, una parte ínfima de la oferta que hay en la ciudad. Incidir sobre este 1% tendría un efecto mínimo, irrelevante. Y una expropiación, y esto de hecho lo es, hay que indemnizarla. Además, nadie te garantiza que esas licencias de uso turístico se conviertan en vivienda de uso residencial. En definitiva, es una solución falsa, que no resuelve el problema de la vivienda y que, si sale adelante, provocará una avalancha de demandas contra el Ayuntamiento y, posiblemente, de sentencias desfavorables.
Los ejes verdes del Eixample también han tenido sentencias desfavorables. ¿Hay reversión posible?
Esta ha sido la consecuencia de la manera de hacer de los comunes y de Collboni, que no olvidemos era el primer teniente de alcalde y es corresponsable de aquellas decisiones. Me consta que algunos demandanters han mantenido contactos con el gobierno municipal para ver cómo salir del atolladero. Algunos de estos proyectos han recibido financiación comunitaria y, por tanto, el Ayuntamiento podría perder ese dinero. Sé que se está dialogando para ver hasta qué punto se pueden retocar, que no revertir, estos proyectos.
El nuevo Plan de Movildiad Urbana que acaba de presentar el gobierno municipal se marca el objetivo de reducir a la mínima expresión el uso del vehículo privado. ¿Junts comparte ese plan?
Compartimos la necesidad de avanzar hacia una ciudad más amable, más limpia, respirable, con menos contaminación, avanzar hacia la descarbonización e incentivar el transporte público. Pero hay que hacer las cosas con prudencia, poco a poco y marcando prioridades. Lo que no podemos decir es que en cuatro años suprimiremos el 25% de los desplazamientos en vehículos privados sin mejorar y ampliar el transporte público. No nos podemos cargar la economía porque no se ha previsto el impacto de algunas medidas. En los últimos mandatos municipales, muchas entidades económicas, empresariales y sociales han advertido de esa falta de previsión a la hora de tener en cuenta el impacto sobre la movilidad y la economía de las decisiones políticas, Se han tomado decisiones cargadas de ideología y con un impacto negativo sobre la economía real de la ciudad.
Guerra al coche
"No podemos decir es que en cuatro años suprimiremos el 25% de los desplazamientos en vehículos privados sin mejorar y ampliar el transporte público.
Hablando de transporte público, Junts ha votado esta semana en contra del decreto ómnibus que incluía la prórroga de las bonificaciones.
Lo primero que hay que decirle a Pedro Sánchez es que las bonificaciones no sean solo por seis meses sino para todo el año. Que no nos vengan con rebajas. Hemos pedido al Gobierno que el Consejo de Ministros apruebe por separado y lo antes posible los decretos que afectan al transporte público, los damnificados de la dana o las pensiones, pero hemos querido separar estas cuestiones de otros debates y de otras decretos que contenían aspectos que no han sido negociados con Junts.

El presidente del grupo municipal Junts per Barcelona, en su escaño del salón de plenos
Aparte de la vivienda, el principal problema de la ciudad según todas las encuestas es la inseguridad.
Es un problema cronificado y uno de nuestros caballos de batalla. No es solo el gran número de hurtos, aunque haya bajado, y la multirreincidencia. Es también la presencia de las mafias de la droga, los robos con violencia, las agresiones sexuales, los narcopisos y las plantaciones de marihuana en cualquier lugar. Hay una sensación de inseguridad que se corresponde con la realidad. Los cuerpos policiales actúan por reacción, se hace muy poca prevención.