Los carriles reversibles de la Diagonal son eliminados tras caer en desuso

Movilidad 

Los pórticos diseñados por Santiago Calatrava en los que se indicaba el sentido de circulación también se desmantelarán

FOTO ALEX GARCIA ARCOS CON SEMAFOROS REVERSIBLES EN LA AVINGUDA DIAGONAL 2024/08/09

Los pórticos ya no señalan el sentido de los carriles y serán desmantelados próximamente

Àlex Garcia

La pintura estaba tan desgastada que los conductores ya ni reparaban en ello, pero ahí resistían hasta hace unos días las flechas rojas en ambos sentidos de los carriles centrales de la Diagonal. El asfaltado llevado a cabo durante la última semana ha hecho desaparecer los carriles reversibles, implantados hace 35 años para adaptar la capacidad de la avenida a los flujos de tráfico de entrada y de salida en función de las necesidades de cada momento. Con ellos se podía poner un carril más para entrar el lunes por la mañana y otro para salir el viernes por la tarde en tiempos en los que las rondas todavía no existían.

La pintura ya desaparecida del asfalto se acompañaba de las flechas verdes y las cruces rojas que colgaban de los pórticos diseñados por Santiago Calatrava, cuyas pantallas ya se han apagado y en los próximos días se desmantelarán. Esos indicadores señalizaban el sentido de los tres carriles centrales de la Diagonal. Los conductores habituales tampoco los miraban ya porque llevaban desde hace años con la misma configuración, sin modificarse por mucho atasco que hubiese.

La pintura en el asfalto ha convertido en fijo e invariable el esquema de circulación vigente en la avenida

De reversibles ya hacía tiempo que no tenían nada aquellos carriles impulsados por el concejal socialista Joan Torres a finales de los años 80. Fue toda una innovación para el departamento de movilidad del Ayuntamiento en una época en la que apenas había cámaras y los sensores eran ciencia ficción, pero el paso del tiempo había dejado muy obsoleto el sistema tecnológico utilizado.

La última vez que se utilizó un carril adicional de entrada fue en el 2019 y durante toda la década pasada ya quedó acotado únicamente a las grandes operaciones retorno muy intensivas como la de Semana Santa, cuando en coordinación con el Servei Català de Trànsit se ponía un carril adicional de entrada a Barcelona por la B-23. Su efecto era muy limitado y para las operaciones salida se mantenía tal cual ya que el grueso de la movilidad en la ciudad se canaliza desde hace tiempo a través de las rondas.

La próxima implementación del carril bus de la B-23 ha sido la puntilla definitiva a esta particularidad que en su momento tenía todo el sentido. El nuevo vial exclusivo para el transporte público que se está construyendo entre Sant Feliu de Llobregat y el punto donde la autopista se convierte en avenida obligará a reconfigurar la entrada a Barcelona. Los autobuses que vengan desde el Baix Llobregat desembocarán en la Diagonal por el centro de la calzada, de manera que los carriles reversibles dejaría de ser posible utilizarlos en este tramo. El Ayuntamiento ha aprovechado las obras en el extremo de la avenida para hacer desaparecer el invento en toda su extensión, hasta la plaza Francesc Macià.

Por ahora, en la recién asfaltada calzada –que abarca 56.728 metros cuadrados entre la avenida Doctor Marañón y la plaza Francesc Macià– ya solo se ve pintura blanca que indica direcciones fijas tanto de entrada como de salida, con carriles bus a lado y lado y entre dos y tres carriles –varía en función del tramo– para los vehículos privados en cada sentido. No ganarán ni perderán ningún carril los conductores que entran y salen cada día por esta avenida.

Adiós a las estructuras diseñadas por Calatrava

Quien sí pierde es Santiago Calatrava. El polémico arquitecto fue el artífice de los pórticos en los que ya nadie se fijaba pero ahí estaban marcando el sentido para los conductores con una flecha verde y dos cruces rojas. Con la eliminación de los carriles reversibles, esa instalación ya no tiene sentido y el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido retirar los pórticos.

Pese a llevar la firma de Calatrava, fuentes municipales aseguran que las estructuras serán desmanteladas y no se hará nada especial con ellas. La obra del arquitecto valenciano seguirá presente en la ciudad con la torre de comunicaciones de Montjuïc y otra obra que también está a punto de perder su sentido: el puente de Bac de Roda. La construcción de la estación de la Sagrera ha cubierto el vacío que había debajo del puente, llegando a situar la cubierta de la infraestructura ferroviaria a solo cinco metros de la base del puente. Aún así, en este caso sí que se ha decidido mantener el Calatrava en su lugar e integrarlo en el futuro parque lineal de la Sagrera, donde los responsables del proyecto apuntan que incluso realzará su imagen.

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