Cuanto peor para todos, a veces mejor. La peor sequía de la historia registrada en Catalunya casi ha vaciado los dos pantanos del polémico sistema Siurana-Riudecanyes, entre el Priorat y el Baix Camp.
La situación ha dejado a la Comunitat de Regants del Pantà de Riudecanyes sin agua desde hace dos años. Tan solo no pudieron regar en 1947, pero entonces no existía el controvertido trasvase desde el río Siurana. Sin riego ni lluvias, han muerto parte de los cultivos, la mayoría avellanos. El Priorat, que depende en buena medida también del Siurana, malvive para garantizar el agua de boca y mantener con vida los cultivos, con el potente sector del vino en apuros.
Una situación límite en ambas comarcas, en el contexto de la crisis climática, que obliga a buscar soluciones a una de las grandes guerras del agua en Catalunya por su duración. Por un lado, los regantes y los municipios que han utilizado desde el siglo pasado el agua del sistema Siurana-Riudecanyes, con Reus (108.000 vecinos) a la cabeza. por el otro, la comarca del Priorat, con la Plataforma pel riu Siurana liderando la lucha contra el trasvase del Siurana, afluente del río Ebro, a Riudecanyes, fuera de su cuenca.
Llevar el agua regenerada de Reus junto al pantano de Riudecanyes, una de las claves a medio plazo
Por primera vez en mucho tiempo se están produciendo movimientos que podrían servir para acercar posturas. Ayuda la necesidad de buscar alternativas al río Siurana, bajo mínimos.
La Comunitat de Regants del Pantà de Riudecanyes ha tenido que salir a la calle y ponerse detrás de la pancarta. Lo han hecho con Unió de Pagesos para pedir al Govern que tramite por la vía de emergencia el proyecto para aprovechar para riego el agua de la depuradora de Reus.
El plan serviría para garantizar 3 hm³ anuales, el 45% de las necesidades de riego. El problema es el calendario: 2026-2027. “Para entonces, si no llueve, no sé que agricultores quedarán; sería una sentencia de muerte”, dice Miquel Àngel Prats, administrador de la Comunitat de Regants del Pantà de Riudecanyes.
El Priorat impulsa una mesa de diálogo para buscar el consenso entre todos los actores de la comarca
El uso de las aguas residuales de Reus ha puesto encima de la mesa la posibilidad de que los regantes renunciasen al trasvase del Siurana a Riudecanyes, paralizado por la sequía. También se ha puesto sobre el escenario otro movimiento estratégico, que el Ayuntamiento de Reus deje de utilizar el agua del Siurana-Riudecanyes, como ha hecho por fuerza por la sequía. Tiene una alternativa: el agua del minitrasvase del Ebro.
La renuncia a los derechos de agua de los regantes, con una concesión legal que no caduca hasta 2060, es el principal obstáculo del histórico conflicto. En Unió de Pagesos hay voces que verían bien la revocación del trasvase del Siurana si se garantiza el agua de riego a los agricultores.
No será fácil abrir un diálogo formal, en una negociación que debería tutelar la Generalitat, con participación de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). La Taula del Siurana fue un gran fiasco en 2021.
Con los pantanos de Riudecanyes y Siurana casi vacíos se hace evidente que hay que cambiar la gestión
Ambos pantanos, Riudecanyes y Siurana, están incluidos en los registros de las cuencas internas de Catalunya (ACA). En el de Siurana caben 12,2 hm³ y en Riudecanyes 5,3 pero entre los dos no suman ahora ni medio hectómetro. El pantano de Riudecanyes solo puede abastecer a su pueblo (1.300 vecinos) y preocupa el verano si no llueve con ganas.
“Se puede hablar y negociar, nunca nos hemos cerrado en banda, pero hay posiciones muy radicales; cuando el otro dice todo o nada, es muy complicado. Sí que veo algún movimiento”, dice Prats (Pantà de Riudecanyes).
Un representante de la Comunitat de Regants y otro de la Plataforma pel Riu Siurana se sentaron hace pocos días para debatir sobre la gestión del río en un debate organizado por el Port de Tarragona. Un diálogo público y televisado sin precedentes.
Unió de Pagesos está abierto a renunciar al trasvase del Siurana a Riudecanyes si se garantiza agua de riego
“El río y el Priorat necesitan el agua del Siurana, Reus y el Baix Camp tienen formas de abastecerse con menos coste ambiental y social”, insistió Oriol Ponti, de la Plataforma. “Renunciar a derechos de agua es muy duro, es lo último. ¿A cambio de qué? De agua depurada y de que el Priorat pida a las administraciones que llenen sus pantanos”, respondió Joaquim Barriach, representante de la Comunitat de Regants.
En paralelo, en el Priorat se ha puesto en marcha una mesa para buscar el consenso de la comarca y sus distintos actores ante la sequía. La iniciativa, del Consell Comarcal del Priorat, suma a los ayuntamientos (9.300 vecinos); Unió de Pagesos (UP); las comunidades de regantes; empresas; sector vinícola y turístico; y los grupos ecologistas. En el Priorat son conscientes de que es clave que la comarca vaya a la una para hacer oír sus reivindicaciones.
En el horizonte de 2027, otro proyecto podría ser clave: La Generalitat ha presentado un plan para hacer llegar agua del Ebro hasta el Priorat, a los pantanos de Guiamets y Siurana. El plan genera consenso porque resolvería en parte el riego y la falta de agua de boca y quitaría presión al Siurana.
Se mira con atención desde el Baix Camp. “Si pudieses tener los tres embalses del Priorat llenos, con 15-20 Hm³, el problema estaría solucionado: el Priorat contento; los regantes con agua y los caudales ecológicos garantizados. Sería una solución global”, dice Prats (Regants de Riudecanyes).