El túnel del Pertús, que cruza la frontera entre España y Francia bajo los Pirineos, se ha convertido en el puerto de primera categoría que los escaladores de Renfe llevaban meses preparando y que finalmente han conseguido coronar. Cruzar la frontera con pasajeros a bordo en solitario ha sido todo un reto, superando los clavos en las ruedas que les tiraba la organización francesa a los ciclistas españoles. Se pone punto y final así a una infinidad de impedimentos burocráticos desde que se consumó la ruptura del acuerdo de cooperación que tenían Renfe y su homóloga francesa, la SNCF.
La primera etapa han conseguido finalizarla con Alberto Langarita y Jordi Gracia en primera posición, desde la salida hasta la meta. Son los maquinistas que iban en la cabina del tren inaugural que este jueves al mediodía ha llegado a Lyon con 240 pasajeros a bordo. Estos maquinistas afrancesados , igual que los trenes, han superado meses de entrenamiento hasta ser habilitados para circular por las vías del país vecino.
El esfuerzo que ha supuesto para ellos y para la empresa se plasmaba en el puño en alto que levantaron cuando cruzaron el túnel del Pertús, visiblemente emocionados por la transcendencia de un momento compartido con La Vanguardia y que en Renfe consideran histórico, al ser la primera vez que operan en solitario fuera de España.
Inauguración, tren AVE, Barcelona-, Lyon
A partir del 14 de julio, este mismo tren conectará Barcelona y Lyon cada semana de viernes a lunes. La siguiente etapa se completará el 28 de julio, cuando se estrene la ruta que llega hasta Marsella. La etapa reina queda para el año que viene. “Tenemos un objetivo claro de internacionalización, el Tour nos orienta y nos anima a llegar a París en el 2024”, ha dicho el presidente de Renfe, Raül Blanco, rodeado de imágenes de Miguel Induráin, Perico Delgado y otros ilustres del ciclismo. El primer tren que opera Renfe en solitario a Francia se ha vinilado de fotografías en color y en blanco y negro relacionadas con el Tour y la Vuelta y le han puesto de título un elocuente: “Etapa reina, objetivo París”.
Vendidos 43.000 billetes de las nuevas rutas al país vecino desde su lanzamiento hace tres semanas
Toda una declaración de intenciones de los planes de la compañía, que ya había mostrado su intención de trasladar en trenes de Renfe a los deportistas españoles que participen en los Juegos Olímpicos de la capital francesa el verano que viene. Aun así, es un mensaje algo más discreto que la campaña publicitaria en tono burlón de las últimas tres semanas, con anuncios publicados en la prensa donde invitaban a los viajeros a subirse a comprar billetes hasta Francia para comprobar si todo el país huele a croissant y si los habitantes visten con camisas a rayas. Ya se han vendido 43.000 billetes para las próximas semanas, el 60% de ellos para trayectos internacionales, y el 40%, nacionales.
La estrategia de Renfe en el país vecino no está dejando nada al azar. La fecha de estreno no es baladí, se escogió el día antes del 14 de julio, la fiesta nacional francesa, con la clara intención de herir el orgullo propio de la compañía pública del país vecino que tanto ha hecho para impedir la circulación de los trenes del resto de los países por sus vías, pese al mandato de liberalización europea.
Con todo, la mayoría de los viajeros han disfrutado del trayecto al margen de cualquier polémica. Parejas, familias, grupos de amigos de todas las edades e incluso maquinistas en su día libre compartían asientos en unos trenes donde se escuchaba indistintamente el castellano, el catalán y el francés tanto en la megafonía como entre los pasajeros.
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