El equipo de detectives que desde hace semanas trata de dar con el paradero del jugador de rugby desparecido en Barcelona sospecha que fue secuestrado por mafiosos británicos. Levi Davis, de 24 años de edad, despareció en Barcelona el 29 de octubre. Desde un primer momento sus amigos y familiares tuvieron la corazonada de que no lo hizo de una manera voluntaria.
A principios de diciembre desembarcó en la capital catalana Gavin Burrows, el detective privado de celebridades británicas, responsable de la compañía Line Of Enquiry, quien bien pronto montó un equipo de una docena de husmeadores profesionales. Desde el principio de las pesquisas, Burrows y los suyos no quisieron descartar ninguna hipótesis, entre ellas que la desaparición de Davis no fuera voluntaria.
Nuevas pistas
El deportista tendría problemas con este grupo de gente desde hace un par de años
Desde la compañía Line Of Enquiry aseguran ahora que diversas fuentes sostienen que el popular jugador de rugby podría haber tenido algún tipo de desavenencia con una gente que entendió que la mejor manera de solucionar sus cuentas pendientes era secuestrarlo. De hecho, los detectives también creen muy plausible el conflicto con los delincuentes surgiese ya unos cuantos años atrás.
El entorno más cercano del desaparecido detalló a los investigadores que en el 2020 Davis tuvo serios problemas con unas cuantas malas compañías. Una deuda podría ser el origen de su rapto. Por su parte, la madre de Davis, conocedora de la complicada situación del deportista, asegura que estos mafiosos llegaron a entrar en su piso en Londres en alguna ocasión.
“Hay personas tanto en Londres como en Barcelona que saben bien lo que le ha pasado a Davis –afirma el conocido detective privado-. Estamos siguiendo todas las pistas que encontramos". La familia de este popular deportista, muy conocido en Inglaterra por sus intervenciones en varios programas de televisión, ofrece una recompensa de unos 11.500 euros por cualquier información que dé con su paradero.