La entrada de la Generalitat y el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) en el consejo de administración del Consorci del Besòs ha dado el giro esperado que permitirá impulsar la metamorfosis definitiva de un territorio, el Baix Besòs, que cuenta con 16 de los 25 barrios más pobres de Catalunya. Para ello, los ayuntamientos de Barcelona, Badalona, Santa Coloma de Gramenet, Montcada i Reixac y Sant Adrià de Besòs han suscrito un compromiso con la Coordinadora Vecinal del Baix Besòs, que aglutina las diferentes sensibilidades comunales, para impulsar un decálogo de medidas para consolidar la transformación del territorio norte del área metropolitana de Barcelona.
La persistencia de la crisis sobre los colectivos más vulnerables se exterioriza con asentamientos de barracas, viviendas faltas de rehabilitación o con problemas estructurales, indicadores elevados de pobreza o niveles de estudios inferiores respecto al conjunto del área metropolitana. De ahí que el principal acuerdo al que han llegado los alcaldes con los activistas vecinales es el impulso a las políticas de bienestar, así como la rehabilitación de la vivienda y la mejora en el transporte público. “Necesitamos un esfuerzo inversor mancomunado de las estructuras municipales y supramunicipales”, requieren desde el territorio.
Instan al ACA y al ATLL a solucionar la pérdida de agua potable de la conducción del barrio de Canyet en Badalona
En el ámbito medioambiental, los compromisos inciden en la naturalización del río Besòs y la descontaminación de solares y terrenos en la zona marítimo-terrestre, así como las playas de los litorales de Badalona y Sant Adrià de Besòs, y el inicio de la renaturalización de las playas. De igual forma, se insta a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) y a Aigües Ter-Llobregat (ATLL) a solucionar la pérdida de agua potable en el barrio de Canyet de Badalona y coordinar la ampliación de depósitos para su aprovechamiento, y, al mismo tiempo, elaborar un Plan Director Urbanístico de la Serralada de Marina.
Para impulsar el cambio en el tejido productivo del Baix Besòs, los municipios reclaman un diagnóstico del conjunto de los polígonos industriales. Asimismo, para generar empleo, consideran la creación de un centro integrado de Formación Profesional.
En el ámbito urbanístico, el compromiso suscrito por los alcaldes exige el cumplimiento de las modificaciones recogidas en el Plan Director de Infraestructuras 2021-2030 de la Generalitat referidos a la prolongación de la L1 del metro y la ampliación de la T4 del Tram hasta la estación de Badalona. En paralelo, apuestan por el lateral de la C-31 en el barrio del Sant Crist de Badalona y la transformación de la autopista para revertir el efecto barrera y contaminante de la infraestructura.
Un aspecto que genera discrepancias antes de su aprobación definitiva, y que la Generalitat tiene muy avanzado, es la transformación de las tres chimeneas de Sant Adrià y su sala de turbinas. En el decálogo se incluye impulsar un nuevo proyecto, consensuado y ejecutable, de nuevos usos que respondan a las necesidades del entorno.
El impulso a la política residencial en el territorio es otra de las propuestas, con la elaboración de un plan de vivienda y acuerdos para obtener recursos para la rehabilitación integral y erradicar en lo posible la infravivienda, con políticas sociales y atención a los asentamientos del Pla del Besòs y el barrio del Besòs en Barcelona.
La necesidad de un nuevo plan de barrios
El compromiso de acción conjunta suscrito entre alcaldes y entidades vecinales incorpora la necesidad de una nueva ronda de financiación de la Generalitat, un plan de barrios que incorpore la dimensión urbanística y social en una escala eficaz para dotarlo de lo que definen como “el sentido transformador” de la zona. Al mismo tiempo, plantean un sistema de seguridad integral, especialmente en lo relacionado con los espacios públicos, así como la necesidad de diseñar un protocolo de coordinación entre cuerpos policiales de las ciudades de este ámbito.