Barcelona lidera una unión de ciudades para promocionar el comercio de calidad

Comercio

Entidades de Palma, Madrid, Málaga, San Sebastián y la capital catalana proponen una red de zonas de excelencia

COLAS PARA ENTRAR EN UNA TIENDA DE LUJO DE LA MARCA POUIS VUITTON DEL PASEO DE GRACIA

Cola para acceder a una tienda de lujo del paseo de Gràcia de Barcelona

Mané Espinosa

Buena parte del tejido productivo de las ciudades de Palma, Madrid, Málaga, Barcelona y San Sebastian están constituyendo un nuevo lobby a fin de promocionar lo que ya llaman zonas de excelencia comercial. La iniciativa se dio a conocer este mismo lunes en la Llotja de Mar, de la mano de la asociación de comerciantes Barcelona Oberta y de la Cambra de Comerç de Barcelona. Y a pesar de que aún está dando sus primeros pasos, ya cuenta con logotipo, pegatina, estrategia, objetivos...

De lo que se trata en estos momentos es de terminar de definir esas zonas de excelencia comercial y promocionarlas de una manera diferente. Digamos, de una manera simple, hablando en plata y dejando los tecnicismos a un lado, que ya está todo el pescado vendido, que las maneras de toda la vida ya se dan de cabezazos contra el techo, que la pandemia, el crecimiento del comercio electrónico y la brutal competencia que asoma por las cuatro esquinas del planeta obligan a replantear cómo se publicita uno, qué ofrece de verdad al visitante, cómo pretende de veras destacar...

“Tenemos que ofrecer experiencias únicas y completas, y sobre todo presenciales”

“Tenemos que ofrecer experiencias únicas, completas y de calidad, y sobre todo presenciales –explicó en la Llotja de Mar Maria Segarra, directora de la consultoría especializada en retail Intueri Consulting, entrando en los detalles de la cuestión–. En este sentido, el comercio juega un papel fundamental. Pero ha de promocionarse de una manera global, a través de proyectos conjuntos y transversales. Hablamos de ir de tiendas, y también de gastronomía, de hostelería... y también de comodidad, accesibilidad, de movilidad, de cultura, de iluminación, de seguridad ciudadana, de cuidado del espacio público... ¡de experiencias!”.

Al fin y al cabo, el visitante, ya sea de una urbe vecina, del país de al lado o de otro continente, lo que se lleva de la ciudad es principalmente un recuerdo, un recuerdo de su experiencia. “De forma aislada no tenemos ningún peso –abundó Segarra, cuando vamos a mercados de larga distancia tenemos que ir todos juntos. Necesitamos una marca paraguas como esta, que integre las mejores propuestas comerciales de cada ciudad”.

Pongamos el foco en Barcelona. Con la proximidad del Black Friday, de la campaña navideña y del tradicional encendido de luces propio de estas fiestas surge de nuevo el debate sobre cómo hacer de la capital catalana un destino navideño de compras capaz de competir con Londres, Berlín, París... Y muchos se plantean que quizás los tinglados navideños de la capital catalana podrían despertar un interés internacional –o al menos intentarlo.

“Nuestro objetivo es impulsar los ejes comerciales que generan centralidad y atracción –dice Gabriel Jené, de Barcelona Oberta, la entidad que aglutina los ejes comerciales más visitados de la ciudad, hasta 23–. De igual modo que hay guías que premian a los mejores restaurantes podría hacerse una que lo hiciera con las mejores tiendas. Queremos visualizar estas zonas de excelencia. Para ello, obviamente necesitamos la complicidad de las administraciones”.

Uno no puede sino acordarse de los Apeus, de las Áreas de Promoción Económica y Urbana, otro intento de los comerciantes de ir más allá de la decoración de sus escaparates que, al menos por estas latitudes, no terminó de encontrar las sinergias municipales adecuadas. Este proyecto se enmarca en el programa de comercio minorista que gestionan las cámaras de comercio españolas y está confinanciado por la Secretaria de Estado de Comercio Interior del Ministerio de Industria.

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