La Guardia Urbana de Barcelona liberó la madrugada del pasado sábado a una joven de 27 años que había sido encerrada en un piso de Nou Barris por un hombre al que había conocido esa misma noche a través de la aplicación de citas Tinder. El hombre, al que anoche buscaban los Mossos d’Esquadra, encerró a la mujer después de que esta se negara reiteradamente a mantener relaciones sexuales. Durante el enfrentamiento, el agresor realizó tocamientos, agarró del cuello y zarandeó a la mujer antes de huir de la vivienda dejándola encerrada bajo llave.
La mujer telefoneó al 112 para pedir auxilio. Con voz agitada, muy nerviosa y entre lágrimas, narró que estaba encerrada, que tenía miedo de que su agresor regresara, pero dio una dirección equivocada: la avenida Río de Janeiro del barrio de Porta de Nou Barris. Una patrulla de la Guardia Urbana se desplazó hasta el lugar, pero pese a las llamadas reiteradas al interfono de la dirección que la solicitante había dado, no respondía nadie. Los policías recorrieron la zona a pie y escucharon los gritos de una mujer asomada a un balcón. En realidad se trataba de un inmueble de la calle Manuel Sanchis i Guarner.
La amenazó con una navaja
La pareja de policías accedió hasta el vestíbulo y logró hablar con la mujer a través de la puerta. Esta se encontraba en una situación de mucha angustia y contó que no podía abrir la puerta. Los guardias solicitaron entonces la presencia de los Bombers y del Sistema d’Emergències Mèdiques para asistir a la
mujer.
Justo cuando acababa de aparecer el camión de los bomberos y estos iban a proceder a forzar la puerta, apareció un hombre asegurando que disponía de una copia de las llaves del inmueble.
Y, efectivamente, las llaves abrían. La mujer fue rescatada y atendida en el piso por los sanitarios que corroboraron que la víctima, que presentaba marcas en el cuello, padecía una crisis nerviosa. Mientras la atendían, la joven contó que había conocido al hombre a través de Tinder y que había aceptado acudir a su casa esa misma noche. Explicó que, una vez en la vivienda, el hombre insistió en mantener relaciones sexuales y que ella, de manera rotunda y reiterada, le dijo que no. Sin embargo, según el relato de la víctima, el hombre la agarró con violencia, la zarandeó y finalmente la sujetó por el cuello hasta lanzarla sobre la cama de la habitación de matrimonio, donde le realizó tocamientos, mientras ella intentaba zafarse.
Fue trasladada hasta un centro hospitalario donde fue atendida y dada de alta
El agresor, según la joven, mantuvo una actitud muy violenta y la amenazó con una navaja de grandes dimensiones. Finalmente, el hombre salió de la vivienda, cerrando la puerta con llave y dejándola a ella encerrada contra su voluntad.
La mujer entregó a los agentes la navaja con la que fue amenazada. La ambulancia trasladó a la víctima hasta un centro hospitalario donde fue atendida y dada de alta.
La Guardia Urbana de Barcelona trasladó el sábado las diligencias a la unidad de investigación de los Mossos d’Esquadra del distrito de Nou Barris, que serán los encargados de localizar al hombre, acusado de los delitos de agresión sexual y detención ilegal.
Además de tomar declaración a la víctima, los policías también lo harán del hombre que apareció repentinamente en la vivienda para facilitar las llaves a los guardias y que aseguró ser amigo del joven al que anoche buscaban los Mossos.
Denuncia de agresión sexual
a una menor
La familia de una niña de 11 años ha denunciado ante los Mossos d’Esquadra que su hija fue objeto de tocamientos en el espectáculo del Túnel del Terror que cada año organizan las Bèsties i Diables de la salut, en Badalona, y que es una de las actividades más concurridas de la fiesta. Ayer, en la sesión para menores de edad, la niña aseguró que un grupo de chicos, menores de 13 años, la agarraron por la cintura y le realizaron tocamientos. Los padres efectuaron la denuncia ante los Mossos, que ya han localizado a los presuntos agresores. La Guardia Urbana también tuvo que intervenir antes de abrir el espectáculo por una pelea entre adultos en la fila de acceso, en la que un menor fue atendido por recibir un puñetazo. (Fede Cedó)