Una cosa tras otra y sin prisa pero sin pausa. Los trabajos en el ámbito de la Sagrera, que incluye la futura gran estación de Barcelona y la de Rodalies de Sant Andreu, están ahora concentrados, en cuanto a los nuevos trazados ferroviarios, en la colocación del de ancho ibérico en su emplazamiento definitivo –por dentro de estas dos infraestructuras– para que entre en servicio el 11 de diciembre. Las obras van a toda máquina, más rápido incluso de lo previsto, al tiempo que Adif, responsable de esta macroactuación, ya prepara lo que vendrá después: el traslado de la alta velocidad a ese mismo eje. Esto obligará a que una de las dos vías de los trenes veloces deje de funcionar antes de fin de año.
La recolocación de la alta velocidad en el ámbito de la Sagrera, que desde su puesta en servicio en enero del 2013 discurre por un trazado provisional, es una operación de gran complejidad que constará de dos fases. La primera afectará a la vía del lado mar, que se dará de baja en una fecha aún por determinar de diciembre para establecer su trayecto definitivo por dentro de la futura estación, cuya construcción ya ha llegado al nivel por el que pasarán los trenes veloces.
Es algo parecido a lo que se está haciendo con el corredor de Rodalies, pero sin tener que cortar la línea. Después –aún no ha trascendido cuándo– se procederá con la vía del lado montaña. Tener sólo una vía en esta zona no afectará a los diferentes trenes que unen Barcelona, Girona, Figueres y Francia, según Adif, puesto que quedan muchos surcos por cubrir.
La obra de Rodalies en Sant Andreu avanza a todo gas para abrir la R2, la R11 y la nueva estación el 11 de diciembre
Mientras tanto, las obras para trasladar las vías convencionales, que mantienen cortadas las líneas R2 norte y R11 desde el 17 de septiembre afectando a la movilidad cotidiana de miles de personas, acaban de entrar en su fase más crítica. “Discurren bien, ligeramente por encima de las previsiones”, ha explicado este martes Alberto Alcañiz, el responsable técnico de Adif para todo este ámbito. Ya se ha ejecutado el 60% del proyecto y tan solo quedan cuatro pequeños tramos por completar, que suman unos 800 metros sobre un total de algo más de cuatro kilómetros de trazado. El último que se hará es el de cabecera norte de Sant Andreu, que se realizará, entre el 3 y el 10 de diciembre, periodo en el que también se completarán las pruebas para comprobar que todo funciona correctamente. Esa semana la actual estación de Rodalies no funcionará y los trenes finalizarán en la de Montcada i Reixac. Y el 11 de diciembre se estrenará la nueva.