El Ayuntamiento de Barcelona eliminará las terrazas habilitadas durante la pandemia en siete ejes muy principales del Eixample. De este modo el Consistorio no renovará las licencias extraordinarias de 144 veladores todavía dispuestos en las calles Enric Granados, Parlament, Muntaner y Aribau, la rambla Catalunya, la avenida Gaudí y el paseo de Sant Joan.
Hablamos en la mayor parte de los casos de ampliaciones de terrazas autorizadas para paliar los efectos de la pandemia en la restauración. Los negocios afectados podrán continuar haciendo uso de las mesas y sillas que tenían antes de la irrupción del virus. Dadas las características de estos viales, la mayoría de los veladores a retirar están en aceras.
Tal y como detalló Pau González, el concejal responsable del distrito del Eixample, el gobierno de la alcaldesa Ada Colau entiende que estos siete ejes están ya muy saturados, que la medida no es más que un paso imprescindible para velar por el descanso en el hogar y por la convivencia en el espacio público.
Los restauradores temen que el Consistorio rechace la mayoría de solicitudes de renovación
El Consistorio también estudia la posibilidad de reducir el horario de los veladores de Enric Granados, uno de los rincones de Barcelona cuyas terrazas desatan más quejas. El edil González se reunirá en breve con vecinos y restauradores de este vial con el objetivo de consensuar medidas que limen las asperezas. Esta muy transitada calle es uno de los once puntos de la ciudad que el Ayuntamiento define como especialmente ruidosos, donde está resuelto a reducir cuanto antes la contaminación acústica.
Y muchas entidades ciudadanas aplauden estas medidas con entusiasmo, y no pocas entienden que el ejecutivo municipal se queda más bien corto, que demasiados establecimientos hacen lo que quieren, que muchas calles y plazas están secuestradas...
Y al otro lado de las barras, los restauradores, tremendamente decepcionados. Fuentes del Gremi de Restauració de Barcelona consideran que esta iniciativa no es más que un aperitivo, que el Ayuntamiento ya tomó la decisión de denegar de modo masivo las solicitudes de renovación de las mesas y sillas dispuestas durante la pandemia, que aquellas promesas institucionales que aseguraban que las nuevas terrazas instaladas en las calzadas vinieron para quedarse son ahora papeles mojados que se deshacen.
La lentitud del proceso administrativo demora aún más la retirada de las New Jersey
Hace poco La Vanguardia se hizo eco de un documento municipal que informa de que el Ayuntamiento está rechazando la mayor parte de las solicitudes de renovación de las licencias extraordinarias otorgadas durante la pandemia. Este proceso administrativo aún está abierto. Son muchas las solicitudes aún pendientes de revisión. Pero la publicación de estos primeros resultados desató la alarma en el Gremi, una alarma que ahora considera confirmada.
Lo que el concejal González no aventuró fue cuándo serán retiradas estas terrazas. El proceso administrativo de revisión de las terrazas autorizadas durante la pandemia está resultando más farragoso de lo esperado. Y estas demoras no hacen otra cosa que retrasar aún más la sustitución de tantas barreras modelo New Jersey dispuestas en la vía pública por los nuevos modelos de terrazas ya homologados por el Consistorio. Hasta ahora apenas se retiraron las barreras de unas 350 terrazas, aquellas cuyos responsables renunciaron a consolidarlas, porque no les interesaban, porque cerraron... también muchas afectadas por obras. El gobierno de Colau ya descartó que Barcelona deje atrás estos aires de ciudad sumida en un conflicto armado antes del verano. Ahora la previsión más optimista mira a finales de año.
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