El Bicing metropolitano no contempla la integración con el de Barcelona
Movilidad
Las condiciones del servicio sacado a concurso público solo plantea estaciones de intercambio en las zonas fronterizas con la capital catalana
El entusiasmo provocado por el anuncio de creación de un nuevo servicio de bicicleta pública compartida en el área metropolitana de Barcelona ha chocado con la realidad administrativa. Aquellos que soñaban con ir de Barcelona a Badalona o l’Hospitalet en Bicing ya pueden ir quitándoselo de la cabeza.
Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha sacado a licitación esta semana la gestión del Bicing metropolitano y en sus bases no se contempla la integración con el servicio de Barcelona. Fuentes del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) confirman que “la integración se hará mediante estaciones fronterizas y abonos compartidos”.
Esto es, que los usuarios podrán tener una única tarjeta pero cuando lleguen a la calle Riera Blanca deberán aparcar la bicicleta en l’Hospitalet y coger otra del Bicing de Barcelona, o viceversa, siempre y cuando haya disponible. Los límites municipales entre la capital y el resto de la metrópolis, en lugar de diluirse, se harán aún más evidentes. Al otro lado de Barcelona, en el Besòs, se antoja aún más complicada la logística de intercambio, con el río como frontera.
Sí que se podrán mover por las 15 ciudades de la primera corona metropolitana en las que entrará en servicio el nuevo sistema, bautizado como AMBici. Estará formado por un mínimo de 2.000 bicicletas y un máximo de 2.600 –todas ellas eléctricas–, con entre 182 y 236 estaciones repartidas de manera equitativa en función de la densidad y la proximidad a nodos de transporte público.
Pese a la falta de integración, el vicepresidente de Movilidad del AMB, Antoni Poveda, defiende que será "un punto de inflexión para el uso de la bici en la metrópolis".
Las primeras bicis circularán antes de finales del 2022
Con las bases sentadas, ahora se inicia el proceso para escoger al operador privado que se encargará del servicio. La licitación se cerrará a mediados de febrero con la intención de adjudicar en junio y empezar a operar en el último trimestre del 2022 en unos pocos municipios hasta desplegarse por completo a lo largo del 2023.
El concurso público de implantación, mantenimiento y gestión durante un periodo de ocho años tiene un presupuesto base de 60,8 millones de euros y se articula a través de la sociedad Projectes i Serveis de Mobilitat de TMB. Los responsables del proyecto confían en contar con los fondos europeos para su financiación, además de las aportaciones que harán los propios ayuntamientos.
La contratación engloba el suministro y el mantenimiento de las bicis, así como la gestión, atención al usuario y otros elementos complementarios, con lo que probablemente se hará con él una unión temporal de empresas formada por un fabricante y una empresa de servicios, como es el caso del Bicing barcelonés, con las bicis de la canadiense PBSC y la gestión de Ferrovial bajo el paraguas de Pedalem Barcelona.